Chapter Capítulo 104
En este instante me encuentro abrazando a mi pequeño y dejando besos en sus mejillas lo cual provoca sus risas.
—Mi consentido es el mejor.
—Papi dijo que si sacaba Diez me compraría un regalo
Reí —No debió hacer eso porque es tu deber sacar buenas calificaciones, por lo tanto, no tendrás tu regalo.
—¡Mami!
—Es broma mi bebé hermoso. Sabes que te amo muchísimo, pero hay algo que debo decirte.
—¿Te volverás a ir?
Negué con la cabeza —Yo nunca me alejaría de mi solecito, me iré a vivir a otro lado pero vendrás conmigo.
—¿Nos iremos con papi?
—Viviremos con Diego.
Su sonrisa cambió por completo y él negó con la cabeza.
—No me gusta Diego
Le gritaría que no lo tolero yo tampoco, pero ante Aarón también debo fingir. Si él descubre mis planes solamente se confundirá y podría hablar de más debido a que es un niño.
—Yo se, mi consentido, pero Diego y yo estamos juntos, somos pareja.
—¿Por qué no eres novia de papi? Yo quiero que estamos juntos los tres.
—Papi está casado, bebé. —Lo cargue entre mis brazos y lo senté en mi regazo acariciando su cabello —No te obligaré a ir a donde tú no quieras, unos días puedes estar conmigo y otros con papi.
—¿Y Emi?
—Emi se fue a ayudar a muchos niños que no tienen dinero para un doctor. Te prometo que lo de Diego será temporal y es importante que sepas que ni él ni nadie puede gritarte ni regañarte en esa casa ¿Sabes quienes son los únicos que pueden hacerlo?.
—Papi y tú
—Exactamente bebé hermoso. Sé que Diego no te cae bien, pero no quiero que le tengas miedo porque si él te hace algo se las verá conmigo y lo sabe. Solamente dormirás en la mansión y puedes jugar con tu prima Megan.
—¿Puedo invitar a Mateo?
Asentí con la cabeza —Por supuesto, corazón, si quieres mudarte con papi yo te entiendo y no me enojaré. Te amo.
—También te amo —Él me da un abrazo y yo le correspondo dejando besos en su cabecita.
—Eres el ser que más amo en el universo entero. Bebito sé que debes pensar que me importa más Diego que tú, pero algún día entenderás por qué hago lo que hago.
—Son la imagen perfecta
Cuando levanté la vista me percaté de que Fernando acaba de llegar a mi casa. Aarón se alejó de mí y corrió hacía él, Fer lo cargo entre sus brazos y dejo un besó en su mejilla.
—Mi enano salí antes del trabajo para hacer la tarea contigo.
—Mami me quiere llevar a vivir con Diego. —Me percaté de que Fer me lanzo una mirada asesina.
—Enano ve afuera que John te espera con tu regalo. —Le dice mientras lo baja de sus brazos
—Antes qué digas algo quiero recordarte que sigues teniendo la custodia de Aarón y puedes quitármelo en el momento en que lo desees.
—Te devolví la mitad de la custodia —Me dice confuso
—Te repito sigues teniendo la custodia de Aarón y puedes quitármelo.—Le vuelvo a repetir con la intención de que lea entre líneas mi petición
—¡No tienes porqué hacer esto, Belinda! ¡Habla conmigo! ¡Sabes que yo puedo ayudarte, daría la vida por ti y nuestro hijo!.
Cuando observe que la camioneta de Diego se acerca me alarme y debí decidir rápido que tengo que hacer.
—¡No me importa lo que digas Fernando, pero no me quitarás a mi hijo! ¡Debes entender que yo amo a Diego!.
—¡Qué Mierd…!—Fórmula confuso
Sin dudarlo le lancé una cachetada intentando no golpearlo demasiado fuerte, pero creo que se me fue la mano.
—¡No digas nada, lo nuestro se acabó!.
—No entiendes que la dejes en paz! —Él empujó a Fernando y debí interponerme en medio de los dos hombres.
—¡No me importa lo que hagas con tu vida, pero no te llevarás a Aarón! ¡Yo tengo su custodia!.
—¡Te demandaré Fernando!.
—Adelante hazlo y volverás a perder. Por lo pronto me llevo a mi hijo.
Cuándo formuló esas palabras sentí que el corazón me volvió al cuerpo porque lo mejor para mi Aarón es estar con su padre. Lo último que quiero es que él viva en el mismo techo que un asesino.
—¿Por qué gritan? —Pregunta el pequeño llegando con un carro color rojo de juguete entre sus manos
—No gritamos chiquito —Diego revuelve su cabello y este aleja su mano para luego ocultarse detrás de Fer.
—¿Te gustaría volver a vivir conmigo? —Le pregunta Fer mientras lo carga en brazos
—Si papi, pero seguiré viendo a mami
—Claro que si mi corazón—Respondí y Diego tomó mi cintura dejando un beso en mi mejilla.
—Belinda ya no está sola, primito.
—Sé que Belinda está confundida y pronto se dará cuenta de quien eres. Si la lastimas de cualquier forma te acabaré, Diego. —Él se centra en Aarón —Vamos por tu ropa, amor
—Adiós Mami
Me acerqué a él y dejé un beso en su mejilla —Adiós mi bebé te juro que nos veremos todos los días. Mañana pasaré la tarde contigo.
—La pasaremos contigo —Me corrige Diego. —Ahora yo seré como tu padre
Fernando ríe —No le mientas ni te mientas tu mismo Dieguito el único padre de Aarón soy yo aunque te pese Belinda y yo somos sus padres y siempre lo seremos. —Es todo lo que dice antes de subir las escaleras con él en brazos.
Debí sostener a Diego para que no lo siga y arme un gran escándalo.
—Estamos en casa de mi tío
—¡Debiste decirme que vendría ese estúpido! —Él ejerce fuerza en mi brazo —¡Querías verte con él a solas!
—Pensé que el chofer traería a Aarón
—¡Vámonos ahora mismo!
—Pero quiero despedirme de mi tío y debo hacer mis maletas.
—Vienes más tarde, Belinda. No te quiero cerca de ese imbécil.