Chapter Capítulo 14
Capítulo 14
Ernesto asintió con seriedad, “Si, presidente.”
Maurino acababa de terminar con algunos compromisos sociales y se dirigió a ver a la chica. Quizás
era el alcohol haciendo efecto o simplemente que su actomago no se sentía bien pero, cerro los ojos y se recostó en el asiento del coche para descansar. “Últimamente, ¿quién ha visto a Violeta?”
Ernesto respondió, “Solo la señorita Salazar. Últimamente, la señorita Violeta ha estado asistiendo al clases con regularidad y no parece haber nada fuera de lugar.”
¿Nada fuera de lugar?
Desde que ella jugó con la idea del suicidio, la forma en que lo miraba definitivamente había cambiado a miedo.
Ahora, no se atrevía a hacerle frente.
¡Vaya que había madurado!
Pero Maurino prefería a la chica de antes.
Aunque siempre habia sido un hombre de pensamiento analitico, podia ver que algo no estaba bien con Violeta, pero no podia precisar qué era.
En la Villa del Sol.
Con el cuerpo cansado, Maurino se quitó el saco negro de su traje y con pasos firmes, subió las escaleras para regresar a su habitación en el segundo piso. Al abrir la puerta, un olor dulzón y empalagoso se esparció por el aire, no del todo agradable.
Al oir la puerta, Lucrecia, aunque parecia adormilada apoyando su cabeza en su mano, temblo ligeramente y se despertó al instante. Se levantó de la silla y se giró hacia el hombre en la puerta, con una sonrisa amable en los labios. “¿Ya volviste?”
Además, la vestimenta de la mujer era muy sugerente.
Lucrecia llevaba un camisón de encaje blanco con tirantes y no parecia llevar nada debajo. La tela suave se adhería a su cuerpo, delineando sus curvas seductoras. Bajo la luz, el material blanco se tornaba casi transparente, revelando un cuerpo que muchos hombres desearial.
Lucrecia siempre se había mantenido en forma rigurosamente, trabajando duro para mantener una figura perfecta, todo para captar la atención de Maurino.
Los Salazar también eran una familia de renombre en la capital, con reglas estrictas. Desde pequeña, Lucrecia había estado restringida por esas normas y estar en la habitación de un hombre a altas horas de la noche era definitivamente una mala imagen para la familia, pero a pesar de todo, ella era la futura esposa de Maurino.
Era la primera vez que hacía algo tan audaz. Con un rubor timido en sus mejillas, se acercó y tomó el brazo del hombre. “Maurino, por favor, no estés enojado.
Sé que lo que hice hoy fue demasiado abrupto y estuvo mal.
No debería haber ido a ver a Violeta a tus espaldas. Pero lo hice con buena intención, quería darte una sorpresa. Ella es tu hermana y pensé que seria lindo que ustedes dos comieran juntos después de tanto tiempo. No pensé en nada más, ¿podrías perdonarme?”
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Capitulo 14
Lucrecia, audaz, se paro frente a Maurine, pasando sus manos alrededor de su cuello y mordiéndose el labio con timidez. “Vine a pedirte disculpas, te prometo que no volveré a buscar a tu hermana sin consultarte.”
Maurino la observó en silencio, pero a pesar del atractivo evidente de la mujer, no sentia el menor deseo fisico que un hombre podria sentir.
“Lucrecia, va es tarde, ¡Basta yal
En un instante, Lucrecia estaba abrazando la cintura de Maurino, apoyándose en su pecho con una expresión de agravio. “Ya estamos comprometidos y desde que nos comprometimos no has pasado tiempo conmigo como deberías.
Maurino, soy tu mujer.”
Diciendo eso, Lucrecia audazmente tomó la mano de Maurino y la colocó sobre su pecho suave. “¿No me deseas?
Maurino, te amo de verdad.”
La mirada seductora de la mujer lo fijaba mientras se ponía de puntillas y lentamente se acercaba a el