La Obesion del ceo por Maricel98

Chapter Capítulo 120



Belinda

Me encuentro en el cementerio dejando rosas en la tumba de Sarita.

Han transcurrido diez meses desde su muerte y todavía me duele como si se tratará del día de ayer.

También hace seis meses que Diego murió y logré liberarme de él, sin embargo, eso no me devolverá a mi pequeña.

Supongo que la muerte de un hijo nunca se supera simplemente se aprende a vivir con ello.

Me percate de que hay un ramo de rosas color blanco en el lugar lo cual me extraña porque no he sabido que ningún familiar haya venido al cementerio, pero quizás los trabajadores se encargan de dejar flores.

Me he acostumbrado a visitarla mínimo tres veces al mes y contarle sobre mis problemas y mi vida, es una forma de desahogarme. También visitó a mi madre e Iván.

En esta ocasión Megan me acompañó porque ella deseaba visitar a su papá y Diego.

Me acerqué a la tumba de Sarita mientras la niña se dirigió a comprar más rosas con un dinero que le entregue.

—Princesita pronto será el cumpleaños de tu abuelito Edward y organizamos una gran fiesta.Tu tía Mariana está bastante alterada porque solamente falta un mes para el nacimiento del pequeño Ariel, nos enloquece con sus dramas y antojos.Tu abuelita Catalina pasa mucho tiempo en la casa y papi Emi se fue hace algún tiempo a hacer lo que más le gusta ayudar a las personas principalmente a mujeres y niños como tú. sᴇaʀᴄh thᴇ Findɴovel.ɴet website on Gøøglᴇ to access chapters of novels early and in the highest quality.

No sé si mi pequeña me escucha desde el lugar en el cual se encuentre, pero me gusta repetirle que Emiliano era su padre y no el asesino de Diego. Ella merecía un buen padre y no el monstruo que le tocó.

—Pronto vendré princesita, te amo—Deje un beso en la crucecita.

Me dirigí al puesto de flores y me percaté de que Megan no está allí por lo cual me alarme. Le pregunté a la vendedora y ella me respondió que no ha visto a ninguna niña.

—¡Megan! ¡Megan! —Grite alarmada mientras recorro el lugar

Fue una gran tontería permitir que la niña compre rosas ella sola.

Siento que un nudo se forma en mi garganta al no encontrarla.

—¡Belly! —El alma me volvió al cuerpo cuando ella se acercó a mí corriendo.

—¡Donde estabas Megan! ¡No me vuelvas a hacer eso!

—Quería ir al baño. No te enojes conmigo.

—No me enojó mi amor simplemente me asustaste mucho. Compremos las rosas para papi y Diego.

Ella niega con la cabeza —Diego no está aquí.

—Ah no

—No, él está en el cielo.

Reí —Claro, mi amor, Papi y Diego están espiritualmente en el cielo, pero físicamente están enterrados.

—No entiendo

—Luego te explico, muñeca.

No tardamos más de media hora en el cementerio y luego llame al chofer para que venga a buscarnos y nos lleve de regreso a la casa. El día se está tornando nubloso y no deseaba que una tormenta nos agarre desprevenidas.

Arreglar a Megan fue muy sencillo porque me permitió cepillar su cabello y hacerle un peinado al igual que perfumarla y colocarle el vestido color rosa que compre para ella, pero Aarón fue todo un caso.

Cepillar su cabello fue sencillo, pero al bañarlo termine empapada y me discutió porque no deseaba utilizar el traje que compre para él y por alguna razón odia el moño que posee el esmoquin.

—Parezco un ñoño

Reí —Te ves hermoso príncipe ahora ve a jugar con Megan y por favor no te ensucies.

Cuando Aarón se marchó de mi habitación me adentre en la ducha y tome un baño de unos quince minutos para luego enrollar mi cuerpo en una toalla y secar mi cuerpo y cabello con la secadora.

Cuando terminé con el cabello me vestí con mi ropa interior color negra y él un vestido del mismo color con tonos dorados. Su espalda es descubierta y el largo me llega a las rodillas.

Me maquille minuciosamente con labial rojo, sombra tono azul, rímel y delineador, cuando termine me observe al espejo y sonreí al mirar el resultado.

Baje las escaleras y me percaté de que algunos invitados ya están en el lugar por el cual salude a los socios de mi padre amablemente.

A medida que transcurrían los minutos llegaban más personas a la mansión. Mi padre tiene muchas amistades tanto amigos como socios y miembros del mundo empresarial.

Me dediqué a charlar con Mariana quien me está informando que desea visitar a su madre en prisión porque a pesar de todo lo tiene cariño.

Olga fue condenada a Diez años en prisión por el delito de cómplice de asesinato y fraude porque quedo vinculada a los delitos de Aníbal Valencia.

—Hermanita—Nosotras giramos al escuchar una voz conocida

Era consciente de que posiblemente Fernando asista al cumpleaños de mi padre, pero aun así debo admitir que me sorprende verlo.

Se ve hermoso con un esmoquin color azul marino el cual resalta el tono de sus ojos, su corbata blanca y esa sonrisa perfecta. Su cabello está perfectamente peinado y posee una pequeña barba bien recortada.

Él se dedica a saludar a Mariana con un abrazo y un beso en su mejilla el cual luego baja hacía su estómago.

—¿Cómo se porta mi futuro sobrino?.

—Es muy latoso

Espere a que él me salude o al menos me regale una mirada, pero su mirada se centró en una mujer que estaba llegando de la cual tomó su brazo.

La mujer tiene una cabellera larga y brillante color negra, su tono de piel es canela y sus ojos son color avellana.

Posee un vestido color dorado el cual permite ver sus largas piernas y su escote prominente.

—Mariana te presento a Belén —Mi hermana la saluda con un beso en la mejilla y un abrazo, me percaté de que Mari me lanza una mirada extraña arriba del hombro de Belén.

—Belinda no te vi —Él me saluda con un beso en la mejilla

—Mucho gusto —La mujer extiende su mano hacía mi y yo la aceptó

—Igualmente

—¡Papi! —Fuimos interrumpidos cuando los niños se acercaron prácticamente corriendo

Debo admitir que Fernando habla todos los días con Aarón y Megan, pero a pesar de ello los pequeños sienten mucho su ausencia.

—Mi campeón, princesa —Él se agacha a su altura y deja besos en sus mejillas.

— Fer menciono que tenía dos hijos no estos pastelitos —Ríe Belén

Fingí una sonrisa el resto de la velada, pero siento que la rabia me invade al percatarme de que esa mujer le agradó a mi padre y mis hijos quienes me han ignorado por completo al centrarse en ella y Fernando de quien no se despegan.


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