Chapter Capítulo 108
Fernando
Me encuentro charlando con Emir. Le he contado toda la situación sobre nuestras sospechas de lavado de dinero en la empresa y él no ha formulado ninguna palabra.
—¡Por favor dime que hacer! ¡Mi padre y Belinda pueden ir a prisión!
—No sé cómo sea la situación específica, pero Belinda puede alegar que fue amenazada y al tener un rango menor y sus antecedentes de Violencia con Diego tengo suficientes elementos para defenderla. El que me preocupa es tu padre porque es dueño de la empresa. Debes hablar con él y debe interponer una denuncia en contra de quienes resulten responsables, pero antes solicitaré un amparo para él y Belinda por si a caso.
—Muchas gracias
—Te advierto que cuando inicies la demanda las autoridades solicitaran una auditoría y allí se reflejará quienes son los responsables. ¿Estás completamente seguro que tu padre nunca participó?.
—Complemente Emir. Si existe alguien honesto en esta vida ese es Edward Galván.
—¿Y tu madre? ¿Tú hermana? Te advierto que las autoridades son muy rigurosas con esta clase de delitos.
—¡Qué caiga quien tenga que caer! —Sentenció
—Muy bien Fernando en cuanto el amparo este listo te informaré para levantar la denuncia. Mientras tanto te aconsejo intentar recolectar evidencia.
—Te agradezco ¿Tenías algo que decirle a Belinda verdad?
Él asiente —El mecánico que reparó tu carro fue liberado por faltas de pruebas.
—Creo que él no fue.
—Eso no es todo, él declaro que un hombre extraño estaba merodeando el taller, la noche antes de que te entregarán el carro y realizamos un retrato. —Me entrega un papel y yo lo observo, pero no me resulta conocido.
—Se lo enseñaré a Belinda ¿Tienes información de la señora Gabriela?.
Él niega con la cabeza —Su familia ya interpuso una demanda, pero dudo que siga con vida
—Es una pena, le tenía mucho cariño.
—Te aconsejo contratar seguridad para ti y tu familia. Si tus sospechas son ciertas y Diego está vinculado con el narcotráfico es más peligroso de lo que pensamos.
***
En este instante me encuentro en la habitación del hotel esperando a que llegue ella. No tengo mucho tiempo para charlar.
Al transcurrir diez minutos ella entró con sus propias llaves al cuarto. Sentí que la rabia me invadió al darme cuenta de que tiene un golpe en la mejilla.
—¡Qué te paso en la cara!
—No quiero hablar de eso, solamente tenemos una hora en la cual supuestamente estoy viendo habitaciones para la luna de miel con la organizadora de la boda.
—Ya estoy tramitando el amparo para papá y ti Belly. Papá debe interponer la denuncia para deslindarse de todo esto, pero debemos obtener pruebas para que esos dos no pueden liberarse de la cárcel.
—Intente entrar al despacho de tu tío, pero Diego tiene cámaras en toda la casa. No puedo hacer nada sin que él se entere.
—Debemos pensar que hacer.
—En su computadora tiene cientos de vídeos míos, de su padre y tu madre e incluso de la casa.
—¿Mi madre?
—Si a mí también me resulto muy extraño. Necesito acceder al lugar en el cual se ven esas cámaras para saber como bloquearlas, pero la mansión es gigante.
—Debe ser un sitio oculto al cual solamente Diego tenga acceso.
—En el sótano hay una puerta oculta la cual lleva a una habitación en la cual jugábamos de pequeños seguramente desde allí ve las cámaras de toda la casa, pero es muy riesgoso que las bloquees porque él se daría cuenta.
—¿Entonces?.
—Enviaré a un experto para que te ayude.
—¿Pero si él se da cuenta?
—No se dará cuenta por qué en ese momento él estará conmigo en la reunión con los inversionistas. No tienes más de dos horas.
Ella asiente —Muchas gracias
—El experto en tecnología se llama Pancho y es de mi absoluta confianza. Intenta romper el Wifi para justificar su visita a la mansión y Belinda en cuanto tengas esas evidencias quiero que te vayas de esa casa.
Ella niega con la cabeza —Todavía no puedo, no es seguro que en la caja fuerte de tu tío o en los videos que filmo Diego en la casa estén las pruebas que lo incriminen, los dos son muy hábiles.
—No quiero que te sigas arriesgando tanto, tienes un niño pequeño que cuidar, recuérdalo siempre.
—Aarón te tiene a ti también
—Pero no es lo mismo, los dos te necesitamos mucho.
—No creo que me necesites tanto.
No me contuve y llevé mis manos a su cabello para unir mis labios a los suyos en un beso efusivo y salvaje, mis labios se manejaron solos y comenzaron a devorar los suyos.
En principio se resistió, pero al transcurrir unos minutos me correspondió con la misma intensidad llevando sus manos a mi cabello.
Mi lengua se abrió paso en su boca entrelazándose con la suya y mis manos tomaron su cintura acercándola aún más a mí.
Es increíble como mi corazón está acelerado como si fuera un adolescente de diecisiete años. Aún recuerdo los primeros besos que nos dimos.
Mis malditos pulmones necesitan aire y por ello debí alejarme de ella.
Puedo observar sus mejillas rojas, sus labios hinchados y como su respiración sube y baja.
Con este beso acabo de comprobar que no le soy indiferente como me lo ha repetido los últimos meses y he reafirmado mi decisión de luchar por ella.
—Esto no está bien—Murmura mientras intenta alejarse de mí, pero la detengo sosteniendo su cintura
—Perdóname
—¿Por qué? —Pregunta con inocencia
—Por irme hace siete años y por no buscarte lo suficiente cuando Diego te secuestro. Debí luchar mucho más por ti, pero no volverá a cometer esos errores.
—Yo estoy con Emiliano
—Es un gran tipo y si te merece, pero tú me amas a mí y yo te amo a ti.
Ella niega con la cabeza —Yo lo amo a él
Tome su cintura y uní mi nariz a la suya sin dejar de mirarla a los ojos.
—Estoy completamente seguro que con él no te falta el aire ni tiemblas como lo estás haciendo ahora. Puedes mentirle a él y a ti misma si quieres, pero no a mí, princesa. Yo soy tu primer amor y el amor de tu vida.
Lleve mis manos a sus mejillas deteniendo sus lágrimas
—No permitiré que me vuelvas a lastimar
—Sé que fui el mayor de los idiotas, pero ahora todo será diferente.
—He escuchado eso demasiadas veces, te agradezco que me ayudes, pero nunca volveré contigo. Tú eres parte del pasado.
Ella me empuja cuando intento darle otro beso. Podría forzarla, pero solamente complicaría nuestra situación, sé que debo tener mucha paciencia, pero ella volverá a ser mía.
—Tú y yo estaremos juntos como siempre debió ser. Eres el amor de mi vida, Belinda.
—Nadie trata al amor de su vida como tú me has tratado a mí. Ya te perdoné, pero nunca volvería a caer en lo mismo. Cuando esto acabe me casaré con Emiliano y espero que te resignes o sufrirás mucho. —Es todo lo que me dice antes de alejarse
—Nunca me resignaré a estar sin ti, Belinda.
***
En este instante me encuentro en casa de Edward esperándolo.
No logró quitar el sabor de los labios de Belinda de mi mente. Hace meses no probaba su dulce miel y no la estrechaba entre mis brazos, ese beso era el incentivo que necesitaba para reafirmar mi decisión de luchar por ella.
Sé que soy egoísta porque Emiliano y ella tienen planes para el futuro y una relación sólida, pero no consigo imaginarme a mi Belinda como la esposa de otro hombre.
De solo imaginarme que otro le hace el amor y despierta con el perfume de su piel todas las mañanas una rabia que nunca había experimentado me invade.
Belinda y yo tenemos una bella historia y un hijo, nosotros estamos destinados a estar juntos. Fui su primer beso y su primera vez y estoy seguro de que me sigue amando.
—¿Estás ido Romeo? —Se burla mi hermana
—Solamente estoy pensando
—¿Estas en mundo B?
—No me dirás que no es de mi misma clase y todas esas tonterías.
Ella niega con la cabeza —Ni Belinda ni ninguna otra, es la mujer que deseo para mi hermano favorito, pero reconozco que nadie te hace tan feliz como ella por lo cual te apoyo.
—Nunca pensé que lo dirías, pero gracias ¿Te sientes Bien? Te veo pálida.
Ella asiente —Tengo anemia
—¿Segura que es solamente eso?
Me acerqué a ella y la estreché entre mis brazos y me percaté de que comenzó a llorar lo cual me extraño muchísimo porque mi hermana no es sensible.
—¿Qué ocurre?.
—No quería decirlo, pero ya no aguanto más, Fer. Estoy embarazada.
Debo admitir que esa noticia me tomo por sorpresa porque ella no tiene una pareja, pero obviamente no la juzgó.
—No sé que hacer porque mamá quiere obligarme a abortar y me dijo que no te diga ni a ti ni a papá.
—Tranquila chiquita —Deje un beso en su frente —No escuches a Olga, sabes que yo te apoyo en lo que decidas y no necesitas al imbécil de Diego para nada.
Ella niega con la cabeza —No es de Diego, por eso mamá quiere que aborte porque no tolera al padre y lo peor es que logró separarnos porque él ya no me quiere.
—¿Él lo sabe?
Ella niega con la cabeza —No quiero que se entere.
—Mariana tú no tienes una idea cuanto sufrí por no saber de la existencia de Aarón y no creo que nadie merezca ese sufrimiento.
—No quiero decirle nada
—Está bien, ahora estás muy alterada. No te preocupes por nuestra madre que yo hablaré con ella, tú solamente debes pensar en ti y mi sobrino.
—Gracias, Fer.
Luego de cansarme de esperar a Edward y darme cuenta de que este nunca llegaría me decidí a ir a mi oficina para arreglar algunos pendientes.
Al llegar al lugar me percaté de que Tamara está allí lo cual me sorprendió bastante.
—¡Al fin llegas, Fer!
—Ahora estoy muy ocupado
—Amor, pienso que es hora de que hablemos de nosotros. Belinda se casará con Diego y no tienes ninguna oportunidad con ella deberías dejar la tontería del divorcio e intentarlo conmigo.
—Ya está decidido Tamara aunque no vuelva nunca con Belinda, yo no te amo y nunca lo haré.
—¡Cómo puedes hablarme de esa forma! ¡Yo solamente te he amado desde siempre!.
—¡Te lo agradezco, pero solamente de esta manera entenderás!
—¡Nunca serás feliz con esa tipa! —Es todo lo que dice antes de alejarse —¡Yo nunca lo permitiré!.