Esposa

La cita 

Me había seguido, pero él no me había visto, eso supuse, puesto que yo no lo vi, ni siquiera asomándose. No había enviado a su chofer Jack a revisar o preguntar por mi, pero permaneció por cinco minutos estacionado ahí enfrente. 

Al irse rogué interiormente para que no me hubiese visto, ese lugar era el único que tenía, era mío y no podía permitir que Arthur continuara fastidiándome la vida porque seguro haría algo, estaba segura, no sabia que, pero temí que una vez que decidiera divorciarme, hiciera algo en mi contra al conocer mi dirección. Había sido muy tonta e ingenua al confiarme de esa forma, pero al menos la siguiente semana, no tuve noticias de él, aunque sí recibi llamas constantes de la oficina de mi padre exigiendo verme, cosa que no iba a suceder, al menos no pronto. 

Al ver que Arthur se había mantenido al margen, crei que no intentaría molestarme mientras no hiciera nada estúpido, debia ser precavida con lo que hacía y decía mientras trabajaba y hacía lives, porque aún continuaban hablando de mi, solo que ya no como antes, ya no me decían loca o mentirosa por haber declarado que Arthur era mi esposo, no después de que él había hecho acto de presencia en mi evento y habíamos salido juntos de aquel sitio. 

Muchas fotografías de ese día circularon por todas **************, cosa que no me sorprendió en lo absoluto, pero era evidente que yo no estaba del todo cómoda a su lado y la gente se dio cuenta de ello, aunque alabaron y lo elogiaron por ir en mi rescate cuando la gente estuvo a punto de aplastarme. Se decía mucho de él, pero al parecer nadie hablaba sobre las verdades de Arthur, al parecer nadie conocía sus secretos como yo, así que pensé en algo, una idea que tal vez podía usar en un futuro cercano, cuando tuviera a que divorciarme de él, pero para lograrlo, necesitaba un detective privado. 

Enseguida tomé mi computadora y comencé hacer una búsqueda exhaustiva de alguien quien me pudiera ayudar, una persona con experiencia y por supuesto con resultados provechosos, así que al final termine encontrando a una mujer llamada Tiffany Murphy, incluso tenía referencias muy buenas de antiguas clientas, pero incluso hoy en día no era bueno fijarse en ello, porque a veces esas opiniones y estrellas de buena puntuación bien podían ser pagadas o falsas. 

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La cita 

O Lo malo de aquella chica era el modo de contactarla, a pesar de la discreción que 

decía tener, la única forma de contratarla era mediante una cita a su oficina, la cual 

en realidad no quedaba muy lejos de mi casa, en taxi llegaba en diez minutos, así 

que 

me tomo un descanso del trabajo, después de todo mi mente estaba más 

concentrada en ese asunto ou 

especificamente en pensar en los nuevos modelos 

de ropa, porque sí, pensaba sacar un nuevo catálogo, pero con modelos originales y no queria arruinar ese asunto teniendo la mente en otro lado, así que luego de las tres de la tarde, salí y me fui. 

Tal y como había pensado, no tarde mucho en llegar a la ubicación que me marcabal 

el GPS, solo que el lugar no era precisamente como las oficinas de Arthur, sino que se trataba de un lugar bastante antiguo. La fachada del edificio de apenas cinco pisos, me recordaba mucho el estilo de construcción de los 70’s solo que el sol y el 

tiempo habían deteriorado mucho de sus colores y ahora solo era un edificio sombrío 

y casi abandonado. 

De no ser porque la puerta estaba abierta y se veía una luz encendida en el interior, 

realmente habría pensado que estaba abandonado, pero al fin de cuentas entre. Había una recepción, pero no era de la oficina de la detective, sino que se trataba de la administración del edificio y por los carteles que había bastantes oficinas vacías y listas para ser utilizadas, ademas de que la renta era barata, pero no estaba ahí por una oficina, así que subi las escaleras, ya que el ascensor no servía. 

Por lo viejo del cartel que tenía escrito “Sin servicio” supe que debia tener mucho cuidado mientras subía, pero cada peldaño hacia arriba me indicaba no seguir con esa tontería y buscar a alguien con un mejor sitio, pero luego de subir dos pisos, encontré la oficina que buscaba. 

Entre y lo que encontré adentro no se comparaba en nada con lo que había afuera, de hecho, estaba bastante limpia y ordenada, era amplia y los muebles eran bastante modernos, aunque había luces de neón en una pecera, eso había sido lo más psicodélico que había visto/pero no era para nada de los 70’s como el resto del edificio. 

-¿Puedo ayudarte en algo? -dijo una chica, de tal vez unos tres o cuatro años mayor que yo. Llevaba una chaqueta roja con las mangas dobladas hasta el codo y por lo que alcance a ver, llevaba una camiseta de tirantes, así como un pantalón n***o, muy 

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La cita 

al estilo militar al igual que aus botas, parecía ser una chica que se movía mucho. 

-Disculpa- sonrel y me acerqué al mostrador donde ella habla tomado asiento, desde mi posición pude ver un pequeño deanntre, había libretas por todos lados, eran como algún tipo de agenda de nombres y lugares, también había carpetas con fotografías y algún tipo de informe que detallaban quizás una infidelidad, así que intuf que aquella chica se encargaba de los archivos de la detective- estoy buscando a 

Tiffany Murphy. 

-¿Tienes una cita?– me pregunto olvidando la cortesía y quizás estaba tan acostumbrada a que me llamaran por usted que ya no recordaba exactamente que se sentía ser tratada sin ninguna importancia, Era como si yo fuera un cliente más y eso se sintió bien de algún modo. No ser Christine Love. 

-No, pero vengo a sacar una cita- admiti. 

-Claro, solo dejame revisar la agenda- expreso mientras movía los papeles que tenía enfrente para sacar una pequeña libreta con fechas anotadas con pluma roja y 

azul 

Maria Temoltzin 

¡Muchas gracias por leer mi historia! ¡Si te gusta mi trabajo por favor no olvides #Votar para darme un boletito lunar!? 

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