Esposa

Solos 

Solos 

La gente no podía creerlo… yo no podía creer que Arthur estaba a mi lado, con su mano sobre mi espalda, muy cerca de mi hombro. Su tacto era ligero, apenas ponía un poco de peso sobre mí, pero tan solo con eso era suficiente para saber que no me dejaría ir, había puesto su mano ahí para asegurarse de ello. 

Trate de sonreír a las cámaras, aunque me era bastante difícil, no solo por la 

amenazante presencia de Arthur, sino porque la gente había olvidado el porqué 

estábamos todos reunidos ahí, el evento. 

Arthur se había encargado de confirmar cada palabra que habían emitido mis labios, 

ya no había duda de que era mi esposo, quizás el beso que había depositado sobre 

mi mejilla no había sido del todo romántico o pasional, pero había sido suficiente para que el mundo ignorara la ropa que llevaba el nombre de mi marca y se enfocara 

en nosotros como pareja, pero la cuestión era que nunca en mi corta vida podría considerar a ese pedazo de estiércol como pareja. 

Los reporteros se enfocaron en lanzar preguntas sobre la situación, preguntas como: ¿Realmente están casados? ¿Qué situación los llevo a unirse? ¿Tienen hijos? ¿ 

Planean divorciarse? 

Ni Arthur ni yo respondimos a ninguna pregunta. ¿Cómo podría hacerlo teniendo a mi propio verdugo detrás de mí? 

Llegue a preguntarme si en realidad había acudido al evento para evitar que yo dijera 

algo indebido y añadiera más leña al fuego. 

Cuando termino el evento, quise escapar de Arthur al querer ir a saludar a mis seguidoras y darles mi autógrafo así como un par de fotografías, por supuesto eso no funciono ya qué Arthur se quedó muy cerca. 

Vi mi oportunidad cuando Arthur desvío la mirada durante un par de segundos hacia 

el gerente de la tienda, quien en realidad no había podido dar ni una solo comentario 

sobre el evento o la marca, quise meterme entre la gente y aparentar qué habían sido 

ellas quienes habían comenzado a rodearme, pero cuando la gente comenzó a 

empujarse entre sí, me di cuenta de que tal vez había cometido un error. 

Comenzaron a pisarme, empujarme e incluso tocarme, parecía que esto iba a 

o 

1/3 

Solos 

O terminar muy mal y no solo para mi, sino para todas las personas que estaban ahí. 

De pronto, mientras trataba de no caerme entre los empujones de la gente, alguien. me tomo del brazo con mucha fuerza, al girar me percate qué sé trataba de Arthur, 

por supuesto, me asuste al verlo ahí, era como el monstruo de mis pesadillas, solo 

que de alguna forma estaba en la vida real. 

Crel que me obligaría a salir de ahí de un jalón para evitar que escapara, por supuesto, supuse que esa acción doleria bastante, pero entonces me di cuenta de 

que solo me había tomado del brazo para no perderme entre la gente ya qué, por 

alguna razón, se aproximó a mí y con su cuerpo fue protegiéndome de la gente y 

reporteros qué trataban de acercarse a mí. 

Eleve la vista hacia Arthur y enseguida intuí qué este acto, de alguna forma tenía que 

ser premeditado, claro, no el hecho de que yo me lanzará hacia la gente, sino el qué 

viniera a mi rescate. Tal vez, él muy desgraciado buscaba limpiar su imagen y el muy maldito iba a utilizarme para lograrlo. 

Arthur me llevo al interior de la tienda, donde algunos empleados nos indicaron por 

donde ir para resguardarnos. 

Nos llevaron a una habitación, me parecio que era la de empleados, había lockers y 

poco espacio, pero al menos ahí teníamos el espacio suficiente para respirar y 

analizar la situación. 

-¿Hay alguna puerta trasera por la que podamos salir?-cuestiono Arthur con voz 

autoritaria, firme y bastante temible. 

-Por supuesto, solo permitanme un momento para despejar la zona–respondió el 

gerente, quien tampoco esperaba que las circunstancias se agravaran de ese modo, 

de hecho, yo tampoco esperaba que eso sucediera, es decir, por supuesto era una 

influencer, pero no una superestrella como una actriz de Hollywood, no entendía por 

qué la gente de pronto había decidido comportarse como desquiciados conmigo. Eral 

como si algo los atrajera hacia mí y ese pensamiento me hizo girar hacia Arthur. ¡ 

Claro! 

Entendí que tanto la gente como los periodista, en su mayoría ni siquiera me conocían, es decir, habían visto el video, pero tal vez poco les importaba mi ropa y el que yo misma la modelaba, lo que a ellos les interesaba era estar en medio de aquel 

111 

2/3 

” 

Solos 

huracán que alguien habia lanzado sin pensar en las consecuencias. 

Ciertamente, yo había pretendido hacerlo, pero no con la intención de que el mundo se enterara de ello, lo único que deseaba era que Arthur supiera que yo no era un simple trofeo que podía tener bien resguardado en casa mientras me humillaba cont 

sus zorras. 

Sin previo aviso el gerente cerro la puerta, dejándonos en completa soledad, solo entonces se activó mi modo supervivencia, así que como un gato dispuesto a atacar en caso de estar en peligro, mire a Arthur, él se ajustaba la chaqueta de su traje y la corbata que colgaba de su cuello como si realmente a él lo hubieran atacado en mi lugar. ¡Claro, se había hecho pasar por mi superhéroe cuando en realidad él era el villano! 

-Espero que estés feliz–se quejó y su voz severa ocasiono que yo diera un pequeño salto sobre mi lugar. 

-¿De qué hablas?– di un paso hacia la puerta, al lado había una silla, así que me 

atreví a sentarme para pretender tener un descanso de todo eso, cuando en realidad buscaba una salida de emergencia, mi propia salida, ya que estaba encerrada con el maldito lobo feroz. 

-Del video–expreso arrastrando cada letra de esas dos palabras como si ese fuese el motivo de su molestia, por supuesto, yo había dicho todas esas cosas deseando que Arthur las leyera y sintiera vergüenza del tipo de persona que era, pero no, técnicamente yo no era la culpable de esa situación. 

-No sé de qué me hablas–dije tratando de no demostrarle debilidad, así que me cruce de brazos y piernas con una sonrisa triunfal, mirándolo de arriba abajo con desprecio, pero tal y como era de esperarse, Arthur no enloqueció, ni tampoco se molestó sino todo lo contrario. El imbécil sonrió. 

10 

Comments