Chapter Capitulo 10
Capítulo 10
-IDecidí divorciarme de Alvaro! Por eso no tengo nada que ver con la familia Jimenez.
Ante el recuento de su suegra, Delicia respondió mientras acariciaba a Ana.
Después de sobrecogerse un poco al oirlo, dejando de culparla, Isabel siguió, en voz alta,-¿De qué está hablando?
-Quiero divorciarme de él.
En silencio.
La suegra fuerte aún no se adaptó al cambio de Delicia, aunque no le hizo caso por la mañana.
<<¿Ahora se atreve a hablar conmigo de esa actitud?»>
Delicia se rompió la relación con la familia Jimenez, tanto con Alvaro como con
su suegra.
Estaba muy relajada.
Durante tres años, toda la familia la ignoró, e incluso se quedó embarazada, mataron a su bebé que no se dio a luz…
La familia Jimenez no quería a un nieto, o sea, no quería a un bebé suyo.
Eran tan indiferentes que le daban asco.
-¡Cómo te atreves! No piensas en….
Su suegra empezó a insultarla, pero Delicia ya no tenía interés en escucharlo, colgó el teléfono.
Ya no era tan dócil y obediente como antes.
Cuán educada que había sido antes con la familia Jimenez, cuán grosera que era
ahora.
La opinión pública se esparcía como era de esperar.
Un policía llegó, y tambián Alvaro. Al verlo, Delicia se puso decepcionada.
Se le vio decir algo al policía, que le hizo un gesto con la cabeza y se dirigió hacia
ella.
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-Sobre el–caso de que Yolanda fue secuestrada, se necesita tu ayuda. -El hombre dijo tranquilamente.
Delicia miró a Alvaro, tranquila, sin decir nada, pero era como un cuchillo que le
dio daño a Alvaro.
E! hombre ladeó la mirada, serio.
Dijo: -Delicia, no esperaba que tuvieras que ver con esto.
Delicia se burló.
«<¿Qué dice? Resulta que no me cree en absoluto.>>
-Diez años.
-¿Qué?
-Alvaro, llevamos diez años de relación, pero no me crees. -Perdió diez años.
Antes se entendían, pero ahora ella no conocía a Alvaro, ni Alvaro confiaba en ella.
Dejó al hombre, se dirigió directamente al coche de policía.
-Delicia.–El hombre la llamó en voz ansiosa.
Delicia se paró pero no se dio la vuelta.
Se acercó a ella, la abrazó por detrás. Delicia podía sentir la cálida respiración de
él.
Probablemente le preocupaba que fuera triste, por eso Alvaro la consoló: -No te preocupes, sólo necesitas decir la verdad.
Delicia se apartó de sus manos y subió al coche de policía sin mirar atrás.
«¿Sólo necesitas decir la verdad?»
<<¡Qué ridículo! No tengo nada que ver con eso, ¿por qué me habría encontrado el policía sólo por que he visto a Yolanda?>>
—
En la comisaria.
Sin duda, la estuvieron interrogando a Delicia.
Una y otra vez, jtrataban de encontrar los descansos!
-Durante este medio año, hay rumor de que están juntos el señor Jimenez y la señora Vicario. ¿Qué le parece?
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Delicia: -He decidido divorciarme con él. Estamos de acuerdo.
«Ya no me importa.>>
Ella era muy inteligente.
Era lógica y no importaba cuántas veces le preguntaran o de qué manera, su respuesta era siempre la misma.
El policía le preguntó de nuevo: -¿Ha tenido algún problema con ella? En privado.
Delicia: Sólo la vi esta mañana, pero en ese momento ni siquiera hablé en ella.
Cuando iba a hacer otra pregunta, Delicia dijo de repente,-Hay algo raro.
-¿Qué?
-La hermana de mi marido. Ella fue adoptada por la familia Jimenez. No me quería siempre porque le amaba a mi marido secretamente.
—¿Está relacionado? -La policía preguntó escribiendo.
Delicia pensó por un rato,-Cuando me encontré con la señora Vicario, estuvo con Antonia Jimenez.
La policía se sorprendió al oír esto y miró a Delicia.
Delicia estaba tranquila, con los ojos sinceros.
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