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Capítulo 353

¿Diez millones? ¿Por qué no mejor vas y robas un banco? ¿Crees que no sé cómo está el mercado de las joyas? ¿Nos tomas por tontas?

Alicia, con tantos años en Estados Unidos, obviamente sabía de qué estaba hablando.

Ella se remangó las mangas, lista para la pelea

Pero el dueño simplemente encogió los hombros, abrió el mostrador y sacó el collar,

extendiéndomelo

“Ya decia yo, ¿cómo es que este collar tiene una W atrás? Claramente es una firma. Pero, ya que la otra parte me lo vendió, aunque tenga el nombre de tu mamá en él, sigue siendo mio. Entonces, ¿quieres recuperarlo o no?”

El dueño generosamente colocó el collar en mis manos, asegurándose de mostrármelo ef detalle.

La diminuta W estaba ahí, visible al ojo.

Al verla, me reí suavemente, sintiendo una mezcla de emociones.

Recordé que la mamá de Chiara se apellidaba Wilson, ¿Acaso le habrá dicho a Jonathan que ese era el collar de su madre?

*¿Así que realmente tiene una W? Iris, jeste debe ser tu collar!”

Violeta tocó suavemente mi brazo, y yo asentí con la cabeza.

El dueño inmediatamente tomó el collar de vuelta.

“Entonces, ¿quién va a pagar?”

Ya había sacado la terminal de pago, mirándonos con una sonrisa.

Alicia estuvo a punto de sacar su tarjeta, pero empujé su mano hacia abajo.

“Este collar vale a lo mucho cinco millones, y ni siquiera es zafiro puro, su precio en el mercado actual sería de tres o cuatro millones. Me lo llevo por tres millones.”

Luego le eché una mirada, diciéndole, “No encontrarás a otra tonta que compre este collar. Debe llevar al menos tres o cuatro años contigo, deberías saber que nadie lo compraría,”

Como esperaba, el dueño se lamió los labios, pero aún siguió mostrando cierta resistencia.

“Ocho millon

tanto, ¿acaso

precio más bajo es ocho millones. Jovencita, si este collar significa vale pagar esa suma?”

Sabía que él estaba apostando a que yo estaba desesperada por el collar, y que por eso

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Capitulo 353

pedía tanto.

Si fue Chiara quien vendió el collar, probablemente ni siquiera sabía su valor, por lo que seguramente lo vendió por mucho menos.

Respirando hondo, tiré de Violeta y Alicia para irnos.

“No importa, he estado varios años sin encontrarlo, ya no lo necesito.”

Si realmente era tan caro, prefería no tenerlo.

Después de todo, si gastaba tanto dinero, no podría curar mi enfermedad, ¿De qué me serviría entonces ese collar?

Bajé la cabeza y sali corriendo, sin hacer caso al dueño que me llamaba para que volviera.

¡Pum!

Choqué contra alguien y rápidamente me disculpé.

“Lo siento, no fue intencional.”

¿Hermano? ¿Cómo llegaste aquí?”

La voz de Alicia sonó y levanté la cabeza para encontrarme con los calmados ojos de

Félix.

“Vine a echar un vistazo.”

Me dio una mirada, y entró directamente a la joyería.

“Un millón de pesos, dame el collar.”

“Señor, ¿está bromeando?”

El dueño ni siquiera lo miró, y estuvo a punto de guardar el collar de nuevo.

“¡Ah!”

Al siguiente segundo, Félix agarró fuertemente la mano del dueño, haciendo que soltara un grito de dolor.

“Un millón, el collar es mío, de lo contrario…”

Félix se acercó lentamente, diciendo, “¿Qué pasa si denuncio que todas las joyas de esta tienda fueron obtenidas ilegalmente? ¿Cuántas pruebas puedes presentar para defenderte?”

En ese momento soltó la mano del dueño y lo empujó hacia un lado.

“No pienses que nadie sabe lo que haces, conseguir este tipo de calidad por setecientos mil es un robo, un millón ya es demasiado.”

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Félix sacó su chequera, escribió rápidamente una cantidad y le arrebató el collar.

El dueño intentó intervenir, pero al mirar a Félix, se contuvo.

Jugando con el cheque entre sus dedos, dijo, “Un trato es un trator”