Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )

Chapter Capítulo 27



Capítulo 27 

Maurino dejó lo que estaba haciendo y con el móvil en mano, se dirigió a la ventana panorámica para contestar la llamada. 

Lucrecia se sintió ignorada al ver la espalda del hombre y una sombra de tristeza cruzó su rostro. Esperó en silencio a que él terminara la llamada. 

“Entendido, allá estaré.” 

Fueron pocas palabras, luego colgó. 

Lucrecia preguntó: “Ol que era la escuela, ¿le pasó algo a Violeta?” 

Maurino frunció el ceño, su expresión no era la mejor cuando guardó el móvil en el bolsillo de su pantalón de vestir, “En el último examen, Violeta quedó entre los últimos. En poco más de veinte dias hay un simulacro de prueba y después del fin de semana, cuando salgan los resultados, hay reunión de padres.” 

Maurino era el único tutor de Violeta. 

¿Últimos lugares? No recuerdo que Violeta tuviera malas notas, ¿habrá pasado algo en la escuela?” Lucrecia expresó su preocupación. “Mira, ¿qué tal si yo voy a la reunión por ti? Sé que en dos semanas tienes un viaje de trabajo a Aguamar, no vaya a ser que te retrases. Después de todo, también soy la cuñada de Violeta.” 

Después de una pausa, Maurino asintió, “Está bien.” 

“¿Y la cena familiar de hoy? ¿No vas a ir?” 

Maurino se limitó a responder brevemente, “Estoy ocupado.” 

Violeta terminó de cenar y de hacer sus deberes cerca de las ocho y media, al salir del centro comercial de la universidad, estornudó varias veces. 

Adrián la acompañaba en la parada del autobús, bajo la vista y preguntó. “¿Te reste te?” 

Ella negó con la cabeza, “No, no sé por qué, pero desde que salí del centro comercial me esta saltando el párpado.” 

“Es solo nerviosismo, no te preocupes. Terminaste la tarea, ahora repasa bien y recuerda todo lo que te dije hoy, mañana vengo a revisar.” Al ver acercarse el autobús de la linea 17, esperaron a que se detuviera y abriera las puertas. Adrián le pasó su mochila. 

Violeta, en el primer peldaño del autobús, se volvió hacia él, “¿Y tú? ¿No vuelves conmigo?” 

Adrián respondió: “Tengo que trabajar, iré más tarde. Tú vete.” 

“Está bien, te mando mensaje cuando llegue.” 

El chico asintió. 

Violeta pagó su pasaje y se sentó en su lugar de siempre. 

Después de unos treinta minutos, con algo de sueño, bajó del autobús y al llegar a su apartamento y abrir la puerta, lo primero que vio fue una caja de dulces conocida sobre la mesa del salón. 

13:01 

Capitulo 27 

Con curiosidad se acercó, ¿quién la habria enviado? 

Si no recordaba mal, ese era el dulce que Lucrecia habla comprado para su hermano, ¿cómo habla llegado hasta alli? 

Solo Maurino y quizás Ernesto sabian dónde vivia, seria cosa de su hermano? 

Al abrir la caja vio que, efectivamente, eran pastelitos, demasiado dulces para su gusto. 

Decidió guardarlos en la nevera y llevárselos a Adrián al día siguiente. 

Violeta le envió un mensaje a Adrián: “Ya llegué a casa. ¿y to? ¿Cuánto tardarás? 

La respuesta de Adrián llegó rápido: “Tu sigue estudiando, lo que no entiendas te lo explico mañana.” 

Violeta respondió: “De acuerdo.” 

En un puesto de comida nocturno, Adrián vestia un delantal de cocinero blanco mientras vaciaba un cubo de desperdicios en el contenedor de basura. 

Poco después de responder el mensaje, recibió una llamada de la familia para la que trabajaba. 

La voz al otro lado dijo: “Me enteré de que renunciaste a ser nuestro tutor privado, de verdad no consideras seguir? Si es cuestión de salario, podemos hablarlo. Ana me conto que eres un excelente maestro y gracias a tus clases, sus notas han mejorado mucho.” 


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