Renaciendo como la esposa del PADRE DE MI MARIDO

Chapter CAPÍTULO 21



CAPÍTULO 21

TE TOMARÉ AQUÍ, Y AHORA. 

Rania no reparó en Adilá, se fue rápidamente caminando con los ojos nublados y con las ganas inmensas de ver a su hijo. Y, a pesar de que el guardia le dijo que no podía acercarse a la habitación, ella fue de todas 

formas.

-¿Pueden darme información de mi hijo? -el médico la miró, estaba afuera en el salón y negó. 

-Lo siento mi señora, la orden es que nadie puede entrar ni puedo dar información. 

-¿Nadie puede entrar? -el médico negó; y eso de cierta forma alivió a Rania-. ¿Alguien lo alimenta, lo cuida?

-Por supuesto, las veinticuatro horas… -Rania sintió un nudo en la garganta. 

-¿Ha llorado mucho? -Sus ojos se nublaron y el médico soltó el aire. 

-No se preocupe, está bien cuidado…

Ella se limpió las lágrimas asintiendo, y luego se encontró con Mahir en los pasillos y se acercó a él. 

-Mahir… ¿Sabes de Laya? -él arrugó el ceño. 

-Está en un cuarto de servicio, y debe permanecer allí hasta que todo se resuelva… 

Rania apretó la boca y asintió. 

-¿Dónde está Hakim? ¿Puedo verlo? 

-Sabe que no, señora Rania, si él no la solicita, no puede ir con él… (1) 

Ella dio dos pasos atrás y se sintió impotente. 

Caminó hacia su habitación, una habitación muy vacía ahora que no estaba Omar y ella se echó a la cama a 

llorar por un momento. 

No podía decir nada a Hakim por ahora de lo que había escuchado en esa habitación sobre Yassira y Adilá, 

porque no tenía ninguna prueba. Ella necesitaba ir a esa habitación de Adilá y esculcar sus cosas, y con las 

pruebas en la mano, podía acusarla. 

Por supuesto que su pasado era un punto negativo, así que no podía llorar aquí, ella necesitaba acciones. 

Se dio un baño corto y se fue fuera de la habitación del bebé, solo a ver pasar a las enfermeras y médicos. 

Pero cuando cayó la noche, el mismo Mahir la quitó de allí diciendo que era hora de regresar a su habitación.

-Ha estado todo el día frente a la habitación. 

-¿Le dijiste que nadie puede entrar? -Hakim preguntó tomando un trago hacia Mahir. 

-Sí, señor, ella pareció sentirse aliviada con esa información, aun así, no se ha despegado de allí, solo hastal 

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Hakim sintió su cuerpo estremecerse y se rascó los ojos. 

-¿Cuándo me tendrás resultados?

-Estoy yendo rápido, señor… no se preocupe… será pronto. 

Hakim dejó su vaso a medio tomar, y se encaminó rumbo a la habitación, pero en el camino se consiguió a 

vasoa Yassira. 

-Majestad… permitame… 

-No–Hakim pasó derecho y Yassira se irritó en gran manera.. 

Estaba bastante cansado, pasó por la habitación de su hijo, y le preguntó a la enfermera. 

-¿Está mejor? 

-Creo que sí, señor… no ha llorado mucho, pero está incómodo, creo que necesita a su madre. La señora 

Rania ha estado detrás de la puerta durante todo el día… pienso que ambos se anhelan. 

Hakim apretó su mandíbula y asintió. 

-Tal vez venga con ella mañana… no es una promesa. 

La enfermera asintió y Hakim se sintió horrible al ver a su bebé indefenso. 

Salió de aquella habitación yendo a la suya donde estaba Rania, y nada más abrió, ella saltó. 

Sus ojos estaban rojos y llorosos, tenía unas cuantas lágrimas en sus mejillas. Ella estaba colocándose un 

abrigo y unos botines para salir. 

Hakim se acercó a Rania con una mirada intensa, como si pudiera leer sus pensamientos. 

-¿A dónde ibas? -preguntó con voz firme. 

Rania intentó mantener la compostura, a pesar de la tormenta emocional que la envolvía. 

-Solo necesitaba un momento para respirar. No soporto estar alejada de Omar. 

Hakim la miró con ceño fruncido, como si evaluara cada palabra. 

-¿Y qué has pensado de todo esto? 

-No lo sé no he tenido tiempo para nada… Solo puedo pensar en Omar, y en cómo debe de sentirse solo. 

Hakim suspiró mostrando una mezcla de frustración y preocupación. 

-Hakim, confía en mí… -ella casi rogó-. No haría nada para dañar a nuestro hijo. Pero necesitas 

reconsiderar tenerme alejada de él en estos momentos cruciales. Estamos enfrentando una amenaza desconocida, y mi lugar es junto a Omar. 

Hakim la miró durante un instante. 

-Por un parte, sé que no harías nada a Omar, te he estado observando desde que nació eres diferente con 

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Rania parpadeó varias veces. 

-Entonces. ¿Por qué me encerraste? 

-Estoy investigando, sobre todo por lo que me dijiste… no comentes nada de lo que te digo, ni siquiera con esa sierva en la que confías, ni con tu madre. También debo protegerte a ti… 1 

Rania estaba confundida, y sus labios vibraron. 

-He sido mala todo este tiempo junto a ti… ¿Por qué lo haces? No lo merezco…

Hakim endureció sus facciones, y su cuerpo se tensó. Era muy débil frente a ella. 

-¿No lo sabes acaso? 

Rania negó, y Hakim podía ver esa fragilidad en ella, esa misma característica nueva que vio cuando hicieron 

el amor hace poco. 

-Tú me importas Rania, más de lo que puedas imaginar… aunque como dices, no lo merezcas… 

A Rania se le escurrieron varias lágrimas, y no supo con qué valentía se acercó a él para abrazarlo. 

-Por favor, no me sueltes… dame tiempo para demostrarte que… puedes confiar en mí… 

Su cuerpo se estremeció completo. No quería mostrar debilidad con ella. 

-Bien, pero no salgas de mi vista. No permitiré que algo malo le ocurra a Omar, y si descubro que has ocultado algo… Rania, te juro que no volveré a creer en tus palabras… 

Ella se despegó un poco, Hakim le limpió las lágrimas, pero sus alientos entremezclados, fueron suficientes para que Hakim perdiera la cabeza una vez más. 

Hakim tomó su cuello y apretó su nuca, la atmósfera entre ellos cargó en una tensión palpable, aunque Rania estaba consciente de la lucha interna que él enfrentaba, y su propio corazón latía con fuerza mientras se encontraba atrapada en una red de deseo que nunca vio venir. 

-Te tomaré aquí y ahora… -Sus ojos intensos miraron su boca, mientras la acorralaba contra la columna, y esta vez ella no se amedrentó, quería demostrarle que quería estar en sus brazos, aunque en su corazón hubiese un conflicto… 


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