Chapter Capítulo 7
CapCapitulo 7
barrio Et Mebbietomised,sdia, tomando el metro de regreso a su residencia estudiantilan
eras de cuarto tetoan chis chases y no estaban, así que se metio al baño a darse una duchaha a la mirada, seescomcontaba con marcas, morados y rojizos, que eran algo impactantente
la noche anterior no hab ha sido precisamente suave incluso, había sido atno brusco voy
esmero por un bue trato atoplenorando cada parte de su ser, antes de ponerse su pijama paranra
y acostarse en su ramos, and d’un targo suspiro
amiliar y los olores con adosted techeron cierta tranqudidad a su corazón.
a celular para ver si ese hombo itae hatua hecho la transferencia de dinero.
e la pantalla denten sales, deslandando porain targo tiempo. Tecleo algunas palabras,
no su rostro se calentaba, peroral online pno pudo evitar borrarlas.
un poco más.
de cuentas siempre le resultaba comobca:lmado.
stado ocupado con una cirugia desde kampeanprano, vese le había olvidado por completo et
las tres de la tarde, at salir del quirófano, que miestos celular para revisar la hora y notó narcas en su brazo, recordando entonces lo que nuelaas pasado.
pp con un dedo y rapidamente encontró a Evae. SiefStofeo ce peral era una imagen de tonos chica con sombrero negro.
taba reducido a dos simples tetras: EV. E
los estaba vacío, sin mensajes.
dinero, pero no se lo pedia directamente.
uma
sinc
on ironia, tecleo una cantidad y estaba a punto de contopnaria quartando decimo borrari
od
ita cuando podia fingir ella
clinica, estuvo atendiendo pacientes sin parar, cubrtentie a to cult ca doa de pois que se hacia ausentado.
Strandre de centar y quedaban pocos pacientes…
edado y mesurado en la puerta.
Fand respondio.
Drover escucharon pasos cautelosos.
st
o de
Zoti bunto Farel sm levantar la vista del expediente.
receta
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0702 suveveiligeramente familiar.
alizó la tastis ta sose encontro con Evrie.
ambién lo e poconoció y su rostro se torno rojizo hasta las orejas.as
amédicodo?
bajo la cabezezavavergonzada y confundida.
indiferente erenemtoto Como es el dolor? –
apezo borosusupabababsas: Viene y va, me duele al caminar y al sentarme. –
estese enda caraithal valevevantese la nope. Dijo Farel, tecleando en la computadora sin mirariarla.
abececio, acostanzosesenela la cartalta y mirando fijamente al techo.
o, Farel se acercoocoroquinantes de taxex. Desde su perspectiva, Evrie solo podía ver su bata blanicaica ombre en la placanded clepticho.
troenterologia, Parel Hatore.
je se llamaba Farel Haroro.
memorizó su nombre ensilsnercio.
un olor suave a desinfectante queule le recordaba vagamente la noche anterior.
do Farel presionó su vientre preguntanatode, Aqui duele?-
onrojada, susurro: Más abajo.e.
vió sus manos y preguntó de nuevove: ¿Yacachi? –
sintio con timidez.
esión de sus dedos, incluso a través dedosoguguransestema calida y precisa. Evrie se sintió abrumada.da
és de chequear algunas áreas, Farel serdidoueuaateode que no era una dolencia estomacal, sino un pelvico.
había sido suave la noche anterior y, siendo la prioranarevez de lella, eranormal sentirse ind
lés.
10 esperaba que fuera tan delicada, sufriendo todo el clelia.
que era sensible.
estaba sentado frente a la mesa, sus manos marcadas par do sosu esos tecleaban con ritmo – T
recetar unas medicinas, tienes que tomarlas tres veces al dialidedpupsas de cada comida.
con las mejillas sonrojadas, se levantó de la carna y rápidaraente tayapusto el ruedo de su vestido.
obediente y tranquila, tomó asiento frente a Farel, esperanto queue leernegara la receta.
imprimio la receta y, con sus dedos largos y definidos, se ia paso. Despueses de un promento de ion, affodió de repente una advertencia.n
querda, no puedes tener relaciones intimas durante una semana
tro de Evrie se tiro de un rojo aún más intenso. Con la cabeza zumbando o say y toma la receta
adeta de seguro médico de sus manos.
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-¿Lo has memorizado? – preguntó el hombre, sosteniendo su tarjeta.
Evrie asintió–Lo he memorizado. –
– Repítélo. –
Tomar la medicina tres veces al día, después de las comidas, y no puedo tener relaciones íntimas durante una semana.
Con las mejillas ardiendo, Evrie repitió las instrucciones, deseando encontrar un agujero donde meterse. Si estaba en esta situación, seguramente era por lo que él había hecho la noche anterior, ¿no?
Aparte de lo que había pasado con él, no tenía ningún otro encuentro íntimo que recordar.
–
– Ya puedes irte.
–
Farel se reclina en la silla mientras suelta la tarjeta de seguro y la receta.
Evrie, con los papeles en mano, salió corriendo de la habitación.
Cuando llegó a la puerta, dudó un momento y luego se volvió hacia él y dijo- Aún no me has hecho la transferencia. –
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