Chapter Capítulo 24
Las vacaciones para Lily Potter eran un tema sencillo. Desde que era una niña, su tía Petunia, su primo Dudley y ella, tenían la tradición de hacer la cosa favorita de uno de ellos por cada día de vacaciones, claro que, como ahora Lily pasaba casi todo el verano con su querido amigo Theodore, ese juego ya no era tan duradero.
Si bien la ausencia de Lily provocaba un vacío en los corazones de sus únicos dos familiares vivos, también estaban muy felices de que la chica al fin tuviera amigos (porque Lily siempre había sido demasiado solitaria) y que, a pesar de lo propensa que estaba a morir cada año en Hogwarts, se estuviera divirtiendo.
—¿Ya tienes todo listo, hermana?—pregunto Dudley cuando volvían del parque.
El cielo ya estaba oscurecido y esa misma noche del miércoles de la segunda semana de vacaciones, Lily partiría nuevamente a la Mansión Nott para pasar el resto de las vacaciones junto a Theo.
Generalmente, Lily pasaba dos o tres semanas con su familia y el resto con Theo, sin embargo, se decidió que se adelantaría su viaje debido a que el padre y la tía de Dudley, Vernon y Marjorie Dursley, vendrían de visita una semana.
Claramente no se quedarían en la casa de tía Petunia, pero el hotel donde se iban a hospedar quedaba a solo diez minutos de la casa, esto con la intención de pasar la mayor cantidad de tiempo con Dudley.
La última de los Potter admitía, muy a su pesar, que si bien su ex tío era un maldito con ella (y ni que decir de su hermana Marjorie) el hombre era realmente un buen padre que buscaba darle lo mejor a su hijo, aunque Lily y el mismo Dudley, consideraban que de haber crecido con el, Dudley sería un completo cretino.
—Sí, ya tengo listo mi baúl con mis cosas de la escuela y mi ropa.—respondió Lily.
—¿Llevas el nuevo Walkman que te regale?
—Pero que preguntas haces, ¡Claro que sí, Dud!—sonrió y se engancho a su brazo.
—Debes tener cuidado con los chicos, Lily.—advirtió como un hermano celoso.— Eres demasiado bonita y la pubertad ya esta haciendo efecto.
—Exageras.—dijo Lily simplemente.
Pero Dudley tenía razón. Lily, quien siempre había sido una niña bonita, aquel verano había dado un estirón, creciendo cinco centímetros, al igual que su cabello, y su rostro comenzaba a verse solo un poco menos aniñado.
La chica suspiro. La pubertad era una etapa que estaba odiando: su periodo, los cólicos menstruales, el crecimiento excesivamente rápido de su busto (el que para su desgracia parecía que sería grande), su ensanchamiento de caderas, el aprender a depilarse y su guerra contra el acné, eran definitivamente cosas que prefería no vivir pero ya estaba en ello.
Lily agradecía que su tía Petunia desde pequeña la enseño a ponerse bloqueador solar y usar un dermolimpiador para rostro, por lo que al menos el tema del acné estaba controlado. En cuanto al vello, Lily estaba agradecida de haber comprado el libro de Todo lo que una joven bruja debe saber, donde se enteró que con una simple poción podía quedar tan libre de vello como deseara para el resto de su vida.
—Creo que tu amigo ya llego.—dijo Dudley, señalando a la ventana de la casa donde se podía ver a Theo, sentado y tenso mientras tía Petunia le ofrecía unas galletas. —Iré primero para saludar para darle una platica de hombres sobre como cuidarte.
Dudley corrió hacia la casa mientras Lily soltó una pequeña risa. De pronto, sintió una presencia cerca de ella y se detuvo, mirando a los lados. La calle estaba desierta y la oscuridad de la noche le impedía ver bien a su alrededor.
Era extraño, sentía como si su magia se agitará. Miro a todos lados, desorientada, entonces, unos ojos brillantes aparecieron en la cochera de la vecina de enfrente y vio a un gran perro aparecer.
—¡Lily!
Theo la tomó del brazo y la hizo girar a verlo. Ante su palidez, frunció el ceño y dirigió su vista a donde antes había estado viendo su amiga, pero no había nada.
—¿Qué ocurre, Lily?—pregunto con suavidad, pero notablemente tenso.—¿Viste a...alguien?
—No...era...un perro, creo...uno muy grande.—respondió Lily. Theo suspiró.
—Será mejor que entremos, mi elfo esta preparado para llevarnos a la Mansión, anda.—instó Theo tomándola de la mano.
Ambos se alejaron pero Lily regresó su vista. De pronto sintió como si la hubieran alejado de alguien muy querido.
—Diviértete mucho, mi vida. Te metí dinero en tu bolso y etiquete tus vitaminas como te gusta.—dijo Petunia acariciando el rostro de Lily con ternura.— En tu cartera puse los números de emergencia por si los necesitas, cuídate mucho, mi niña, ¿de acuerdo? Recuerda enviarme mínimo una carta semanal.
—Tranquila, tía. Estaré bien—sonrió Lily.— Suerte con las morsas, si te molestan mucho dime y le pido a Theo que envíe a sus elfos para que los inflen como globos.
—No me tiendes, mi niña. No me tientes.
—Adiós, Lily.—la abrazó Dudley con fuerza.— intenta no enfrentarte a perros, serpientes o arañas gigantes este año, por favor.
—Trato hecho, Dud. Tu cuida de tía Petunia.—sonrió Lily y se alejó, colocándose junto a Theo, que sostenía su varita con una mano y con la otra tomaba a su elfo del hombro. Ella lo imito.
—Buen verano, señora Evans. Dursley.—asintió Theo.
Un segundo más tarde, Theo y Lily se encontraban en el vestíbulo de la mansión Nott. El elfo se despidió amablemente y desapareció. Lily sonrió y miro a Theo, quien la vio con preocupación.
—Oh, no.—dijo con una mueca.—¿Qué ha pasado?
—¿Qué sabes de Sirius Black, Lily?—pregunto Theo con cautela.
—No tengo idea de quien me hablas.—respondió Lily con el ceño fruncido.
—Ven aquí.
Fueron hasta la habitación de Theo, donde se sentaron en la pequeña terraza del muchacho y este le extendió unos periódicos a Lily. “Escape de Azkaban”, “Black sigue suelto”, eran los títulos que rezaban los titulares.
—No quiero ser yo quien te cuente esto, —admitió Theo con pesar —pero es algo que debes saber, después de todo, esto te involucra.
—Habla ya, Theo.—dijo Lily con seriedad.
—Durante los años en Hogwarts de tus padres, —empezó Theo.— se hizo de tres amigos: Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettigrew. Según lo que tengo entendido, cualquiera habría dicho que tu padre y Black eran hermanos, puesto que este incluso huyo de su casa y fue acunado por la familia Potter.
»Quiero recalcar que la familia Black siempre fue una familia oscura, como los Malfoy, y todos sus integrantes fueron Slytherin, todos menos Sirius Black, quien fue un Gryffindor. Sirius Black era el heredero de su familia, pero repudio todo eso porque era un mago de la luz.
»Tu padre confiaba en Black más que en ningún otro amigo, incluso fue el padrino de bodas de tus padres y...también es tu padrino.
—¿Tengo un padrino?—cuestionó Lily— ¿Porqué no me crío? Bueno, pregunta estúpida viendo que acaba de escapar de Azkaban.
—Déjame acabar, esto de por si ya es difícil para mi.—masculló Theo.
—Perdón.—dijo Lily y el continuó.
—Una profecía apareció durante la guerra con Voldemort, no se que decía o de que trataba pero terminó involucrándote a ti y a Longbottom, por lo que los mortífagos les dieron caza. Tus padres no ignoraban que Quien-Tu-Sabes iba tras ellos. Dumbledore tenía cierto número d espías, uno le dio el soplo y Dumbledore alertó a tus padres. Les aconsejó ocultarse con la mejor defensa: El encantamiento fidelio.
—¿Es el de ocultamiento mágico dentro de una sola mente?—cuestionó Lily.— El que tiene un guardián, ¿no?
—Exacto.—asintió Theo.— Nadie más que el guardián puede decir donde esta el lugar, por lo que mientras el guardián secreto se negara a hablar, Quien-Tu-Sabes podía registrar el pueblo en que estaban tus padres sin encontrarlos nunca.
—Y me supongo que Black fue ese guardián.—dijo Lily con seriedad
—Naturalmente, pues tu padre aseguraba que Black daría su vida antes de revelar donde se ocultaban. Dumbledore, por otra parte, estaba convencido de que alguien cercano a tus padres era un traidor. Una semana después de que se llevo a cabo el Fidelio, Black los traicionó. Dio la ubicación a Quien-Tu-Sabes y bueno...el resto ya lo sabes.
»Peter Pettigrew, irónicamente el más cobarde de los amigos de tu padre, se enfrentó a Black cuando se enteró de la muerte de tus padres, Black lo mato a él, solo quedo su dedo, y mato a otros doce muggles en el proceso. Cuando lo atraparon, se estaba riendo de todo. Fue atrapado y encarcelado sin derecho a juicio.
»Ahora, Black a escapado de Azkaban hace unos días y...bueno, es muy probable que vaya tras de ti...para matarte.
Por unos largos minutos, Lily se mantuvo en silencio, recibiendo y analizando la situación. Para ella, aunque todo sonaba lógico, le parecía que había algunas inconsistencias.
—¿Porqué un mago que rechazo abiertamente a su familia por ser precisamente oscuros, se convertiría en seguidor de Voldemort?—susurró Lily.— Eso no tiene ningún sentido.
—La gente cambia.—dijo Theo.
—No tan radicalmente, Theo.—replicó Lily y suspiro.— pero bueno, al menos podré cumplir lo que le dije a Dudley: no peleare con criaturas peligrosas, sino con un loco ex convicto que me esta buscando para matarme.
—Eres Lily Potter, ya deberías haberte acostumbrado a estas cosas.—se burló Theo.
—Uno nunca se acostumbra...bueno, quizá un poco.—admitió y suspiro.— Cambiando de tema, conseguí información sobre la protección de amor, ¿tu que tal?
—Bueno, según lo que investigue, es muy probable que el diario con el que luchaste hace unos meses sea un Horrocrux.—informó Theo.
Lily Potter podía ser muchas cosas: fría, solitaria, retraída y hasta apática, pero tonta no era un adjetivo que pudiera serle atribuido. Desde la conversación que tuvo con Dumbledore en la enfermería al final del segundo año, donde este le nombro la protección de amor, ella supo que había sido un pequeño desliz del hombre que ella podía aprovechar para investigar. Por otra parte, el tema del diario le había causado mucha curiosidad, ¿Qué tipo de magia negra tan poderosa y peligrosa debía ser para que un pedazo del alma de Voldemort estuviera en un objeto?, claramente Theo fue el encargado de investigar tal enigma.
Al menos por dos horas, Lily y Theo estuvieron debatiendo sus informaciones. Lily, por su parte, había tenido dificultades para investigar, pero al fin hubo descubierto que estaba protegida por una antiquísima magia, pues, el hecho de que su madre muriera para salvarla, le dio una prolongada protección que fluía por sus venas hasta el día de hoy, sin embargo, esa no era como tal la protección a la que se había referido Dumbledore indirectamente.
Encantamiento vínculo de sangre, ese era el nombre del antiguó y extremadamente poderoso encantamiento que se puede realizar cuando una persona sacrifica voluntariamente su vida para salvar a un miembro de su familia sanguínea, en un acto de amor puro y desinteresado. El sacrificio crea una protección prolongada en la sangre de la persona que fue salvada, por medio de la cual se puede lanzar dicho encantamiento; no obstante, para sellar y hacer que funcione el hechizo se requiere que otro miembro sanguíneo de la familia acepte acoger a la persona salvada como parte de su hogar.
Este poderoso encantamiento muy probablemente fue lanzado sobre ella por Dumbledore el día de la muerte de sus padres gracias al sacrificio de su madre, y el encantamiento fue sellado finalmente cuando la hermana y familiar sanguíneo de su madre, su tía Petunia, la acogió en su hogar.
Por lo que, en pocas palabras, Voldemort no podría herir a Lily hasta el día en que ella cumpliese diecisiete años o cuando ella no pudiera llamar a su casa en Privet Drive su hogar.
Pero si Lily pensaba que había tenido dificultades para investigar, era porque todavía no escuchaba a Theo. El pobre muchacho había tenido que hurgar en lo más profundo de su biblioteca familiar, pasando por algunas maldiciones realmente dolorosas para poder obtener dicha información.
Un horrocrux era un objeto muy poderoso en el que un mago o bruja ha ocultado un fragmento de su alma con el propósito de alcanzar la inmortalidad. La creación de un único horrocrux permite adquirir la capacidad de resucitarse a sí mismo si su cuerpo es destruido, sin embargo la creación de horrocruxes múltiples permite ser inmortal. La creación de varios es “costosa” para el creador, tanto por la disminución de su humanidad e incluso por la desfiguración física que conlleva.
Crear uno era un proceso complejo, ya que se debía matar a una persona cada vez que se decidiera crear uno. Cuando uno mata a una persona, el alma se desgarra y así, se introduce donde se haya decidido guardar cierta fracción de ella. La única forma de acabar con ellos era solo el veneno de basilisco, el fuego maldito, o la maldición imperdonable en caso de que el horrocrux sea un ser vivo.
Con toda esa información, Lily y Theo estuvieron seguros de dos cosas:
La primera, que Voldemort definitivamente había creado más de un horrocrux, eso era obvio gracias a su avaricia;
Y la segunda, que posiblemente Lily Potter era uno y por ello Dumbledore busco protegerla lo más posible, para dar su vida al último momento y vencer a Voldemort.