Chapter Capítulo 658
Capítulo 658
Se quedó p rado un momento, y luego camino suavemente hacia ella.
Parándose al lado del sofà, la observó por un rato, dudó un momento, se agachó y,
ado, levantó a la joven que ya se había quedado dormida.
con muc
Cargandola, entró a su dormitorio.
Y luego, con suavidad, la colocó en su cama.
Le puso una manta ligera encima y subió un par de grados la temperatura del aire acondicionado.
Le pasó la mano por la cabeza a la chica y le dio un beso ligero en la frente. “Jaz, buenas noches, que tengas lindos sueños.”
*
Al día siguiente por la mañana.
Jazmín despertó, abrió los ojos y descubrió que no estaba acostada en su propia
cama.
Se quedó sorprendida unos segundos, se sentó y miró a su alrededor, frunció el ceño, se quitó la manta de encima y se levantó rápidamente de la cama.
Salió del dormitorio.
Un aroma delicioso venía desde la cocina.
En la cocina de estilo abierto.
Jazmín se quedó parada en la sala, mirando a Elio que estaba ocupado cocinando. “¿Ya despertaste? Ve a lavarte, el desayuno estará listo en nada.” Elio, al voltearse con un huevo recién frito y verla parada en la sala, le sonrió ligeramente.
Puso el plato en la mesa.
Viendo que Jazmín séguía parada en el mismo lugar sin moverse, sonrió y caminó hacia ella: “¿Qué pasa? ¿Dormiste bien anoche?”
Jazmín apretó los labios, levantó la mirada hacia él: “¿Anoche dormí en tu casa?”
“Sí.”
Jazmín recordaba que después de cenar de repente se sintió muy cansada y se
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quedó dormida en el sofá.
Volvió a apretar los labios, su voz no revelaba ninguna emoción: “¿Por qué no me despertaste?”
“Te vi dormida y no quise interrumpirte.” Elio se acercó a ella, con la intención habitual de tocarle la cabeza, extendió la mano pero, recordando que no se había
lavado las m se detuvo.
“¿Anoche d
“Sí.” Elio asintió.
en tu dormitorio?” Jazmín preguntó de nuevo.
“¿Y tú dónde dormiste?”
“En el cuarto de invitados.”
El apartamento de Elio tenía dos habitaciones.
Después de preguntar, Jazmín no dijo nada más. Elio siempre había sido un caballero en ciertos aspectos, así que no tenía por qué preocuparse.
Además, si algo hubiera pasado, realmente no perdería nada.
Después de todo, este hombre, tanto en apariencia como en físico, era de primera
clase.
*
Jazmín regresó a su apartamento para asearse y luego fue a desayunar con Elio.
Después del desayuno, Elio la llevó a la escuela.
Apenas bajó del coche, su teléfono comenzó a sonar.
Sacó el móvil y, al ver la llamada entrante de un número desconocido, frunció el
ceño.
Muy pocas personas sabían su número, y quienes lo sabían no serían desconocidos.
Después de pensarlo unos segundos, Jazmín contestó la llamada.
Una voz masculina, perezosa pero un poco burlona, sonó del otro lado: “Srta. Jazmín, parece que los nobles olvidan fácilmente, ¿ha olvidado que tiene a este paciente esperando?”
Esa voz…
Jazmín rápidamente recordó, elevando una ceja: “Gautier?”
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“Ay, qué sonaba
que la Srta. Jazmin aún se acuerde de mi.” El tono de Gautier Cuito co resentido, “Srta. Jazmín, todavía estoy esperando que me haga acupuntura no habrá olvidado eso, ¿verdad?”
Jazmin: “…”
Parece que realmente lo había olvidado.
“He estado esperándote, pero parece que la Srta. Jazmin ya olvidó ese detalle. Como no te acuerdas, tendré que ir a buscarte yo mismo.”
Justo cuando Gautier terminó de hablar, un Rolls–Royce negro se detuvo lentamente al lado de Jazmín.
La puerta se abrió.
El chofer bajó del auto, se acercó a Jazmín con una actitud muy respetuosa: “Srta. Jazmín, mi amo me ha enviado a recogerla”
Jazmín miró al chofer: “¿Tu amo es Gautier?”
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