Chapter Capítulo 76
Capítulo76
-Espera–Alejandro, después de escuchar las palabras anteriores, sintió una inexplicable ira que
se apoderaba de su corazón, y habló en tono serio, -Irene, ¿todavía te falta una disculpa?
Rodrigo suspiró profundamente, frustrado por no poder callar la boca de Alejandro.
Clara sintió un dolor punzante en el pecho y lo miró fríamente.
Alejandro sintió cómo esa mirada decepcionada atravesaba su alma por completo.
-¡No fue la cuñada! ¡No fue la cuñada!
Una dulce y suave voz sonó a tiempo, como si un rayo hubiera estado formándose en las nubes
durante mucho tiempo y finalmente estallara con todo su poder, tomó por sorpresa a la persona
que ocultaba malas intenciones en su corazón.
Clara míró en la dirección de la voz, y en sus ojos apagados, apareció un destello de luz.
-¡Noa!
Vio a una joven corriendo hacia ellos, vestida con un sencillo vestido blanco y con un peinado
similar a una coliflor, de tez pálida y delicada.
Ese ridículo peinado fue obra de Leona para Noa.
En la familia Hernández, Leona siempre había sentido cierta hostilidad hacia Noa.
Le tenía envidia a su hermana menor por ser más hermosa que ella, y todos los días buscaba
formas de intimidar a Noa. Cada vez que ambas aparecían en público, Leona hacía todo lo posible
para hacer quedar mal a su hermana, temiendo que le robara el protagonismo.
Noa tenía autismo desde pequeña, lo que hacía que se sintiera aún más insegura y retraída.
Siempre se encogía de hombros y guardaba silencio cuando veía a personas desconocidas.
Pero lo que Clara no sabía era que, durante los tres años que estuvo casada con la familia
Hernández, aparte de Alba, Noa fue la única que le brindó calidez.
Desde que dejó la familia Hernández, siempre la había extrañado.
No esperaba encontrarse con ella aquí hoy, lo cual llenó de alegría el corazón de Clara.
-Mocosa insolente, ¿qué estás diciendo?-Leona fulminó a su hermana con la mirada. -Aparte de
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-¡No fue la cuñada!-Noa estaba desesperada y temerosa, sin poder articular bien sus palabras.
-Noa, esto no es asunto tuyo, ve a jugar a otro lado–Ema también mostró una expresión
desagradable y su mirada estaba fría como el hielo.
Noa apretó su pequeño puño y se acercó a Alejandro, levantando su pequeño rostro lleno de
nerviosismo para mirarlo.
-¡No fue la cuñada quien lo hizo!
-Noa, ¿por qué dices eso?-Alejandro habló en un tono inusualmente suave frente a esta
hermanita.
-¡Lo vi! ¡También estaba en el baño en ese momento! ¡Lo vi!
Todos se quedaron atónitos, y Beatriz parecía estar muerta en vida.
Clara también se sorprendió, nunca esperó que Noa estuviera presente durante el enfrentamiento
con Beatriz.
-Vi a Beatriz acercarse a discutir con la cuñada, la cuñada quería irse, pero Beatriz no la dejaba, la
agarró y le arrancó el brazalete. Luego, el brazalete se rompió cuando Beatriz lo arrojó al suelo, y
ella comenzó a gritar y corrió afuera... ¡Pero la cuñada no tocó a Beatriz! ¡Lo vi claramente!– Noa
hablaba mientras movía sus manos en el aire, sus lágrimas giraban en sus ojos debido a la
angustia.
-Noa...- Clara sintió un temblor en su corazón, sus ojos comenzaron a enrojecerse gradualmente.
Sabía que Noa era tímida y asustadiza, pero para limpiar su nombre, finalmente se obligó a decir
la verdad.