Chapter Capítulo 26
Capítulo 26
Capítulo 26
Punto de vista de Lola
Me desperté cuando sentí que el fuego se extendía por mi cuerpo. Comenzó desde mi cuello y se extendió hasta los dedos de mis pies. Estaba tratando de contener mis gritos de agonía pero no pude evitar soltar gemidos de dolor.
Conozco este dolor, lo he pasado antes y sé que empeorará en un minuto. Las lágrimas brotaron de mis ojos, no por el dolor sino por el dolor y la traición.
Jasmine gimió en mi cabeza y lloré más fuerte. Mi pobre lobo. Ella no ha recibido más que dolores y tragedias desde que yo tenía 10 años. Selene me mintió. Que se jodan ella y sus palabras de engaño. “Para prepararte para lo que está por venir” mi pie. Sólo tengo 18 años, ¿por qué tengo que pasar por esto?
“Lo siento, Jas. Lamento haberte hecho pasar por esto otra vez”, lloré en el enlace mental y ella aulló de dolor en mi cabeza. La sentí tratando de soportar mi dolor pero la bloqueada. No podía dejar que lo volviera a tomar, si sigue haciendo eso, la perdería en poco tiempo.
El dolor empeoró y me agarré a la colcha de la cama y me mordí los labios hasta que probé la sangre. Intenté no hacer ningún ruido para no despertar a Rose y Jayden.
El fuego dentro de mí se hizo más caliente, sentí como si lava corriera por mis venas y no supe cuando un grito desgarrador se escapó de mis labios. Me agarré el estómago para detener el
dolor punzante en él fue en vano. Sentí como si mis intestinos estuvieran
Capítulo 26
11 282 valles
derritiéndome lentamente, en este punto, ya estaba empapado en mi propio sudor y apenas podía respirar.
El dolor fue peor que el que experimenté con Grayson. Con Grayson, al menos podía ver lo que pasaba a mi alrededor. Adrian debe estar divirtiéndose mucho.
Mi puerta se abrió de repente y vi la silueta de Rose y Jayden entrar corriendo a mi habitación oscura. Rose corrió hacia mí mientras Jayden encendía la luz.
Los ojos de Rose se abrieron cuando vio mi cuerpo retorciéndose y por su fuerte jadeo, debía entender lo que estaba sucediendo en ese momento.
“Jayden, lárgate”, susurró en la habitación, sabiendo muy bien que Jayden podía oírla debido a su oído de hombre lobo. “¿Qué? Ro, ¿qué te pasa? Preguntó Jayden muy confundido mientras se dirigía hacia mi cama.
“¡¡¡Salir!!!” Ella se volvió hacia él y gritó y Jayden salió de la habitación sin que se lo volvieran a decir. Todavía me sostenía el estómago pero el dolor había disminuido un poco.
“Dios mío, Lola. Lo siento mucho. Lo siento mucho”, siguió repitiendo sus disculpas y le envié una débil sonrisa. No era culpa suya que yo estuviera en esa situación, Adrian era el culpable de su falta de control.
Estaba a punto de responderle cuando grité de agonía otra vez. Rose corrió hacia mí y me tocó, lo que me hizo gritar más. Ella se apartó y la oí llorar.
Adrian debería avergonzarse de sí mismo por fracasar como compañero e hijo. Él es la razón por la que su madre está desesperada en este momento. A pesar de mi dolor, quería acercarme a ella y consolarla.
Capítulo 26
“Déjame ayudarte a quitarte la ropa, por favor”, sollozó y trató de quitarme la ropa, pero la detuve . No quería que ella viera mis cicatrices y moretones.
“N–no, p–p–por favor–e–e*, dije débilmente y ella me miró confundida. “Por favor, permíteme, Lola. Tu ropa es gruesa y sólo aumentará el calor que estás sintiendo”, me dijo y no tuve más remedio que permitir que se la quitara. Cerré los ojos con fuerza mientras ella me desnudaba, sin querer ver la mirada en sus ojos.
Ella jadeó cuando me quitó la blusa y no necesité mirarla a los ojos para saber que estaba disgustada por mí. Sin decir una palabra más, me quitó el edredón que cubría mis piernas y me quitó el trasero con suavidad.
Esperaba que se fuera, pero entró en mi baño y pronto salió con una toalla y un recipiente con agua. Siguió sollozando y trató de ocultar el hecho de que estaba llorando.
Ella me atendió, usando la toalla fría para hacerme sentir menos caliente, no funcionó pero aprecié sus esfuerzos. Ella me tomaba las manos cada vez que los dolores regresaban y yo comencé a apretarme el estómago, que sabía que me iba a formar un moretón por la mañana.
De vez en cuando la veía mirar a mi b*dy y llorar. Vi lástima en sus ojos y quise esconder mi piel pero no tenía energía para mover mi cuerpo. Me sentí vulnerable ante sus ojos pero no podía hacer nada al respecto.
Aproximadamente 2 horas después, el dolor agonizante disminuyó y sentí que me debilitaba con cada momento que pasaba. Rosa
Noté que no me retorcía tanto y se sentó en la cama a mi lado.
Ella jaló mi cabello que estaba enmarañado por el sudor hacia mi
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Aparté la frente y acaricié suavemente mis mejillas. Abrí mis ojos cansados y la miré y la encontré llorando.
“¿Puedo?” Ella preguntó suavemente y yo asentí, sabiendo lo que estaba pidiendo. Suavemente pasó sus manos sobre mis cicatrices visibles mientras más lágrimas rodaban por sus ojos. Dejó la gran cicatriz púrpura en mi estómago donde ya se estaba formando otro moretón.
“¿De tu último paquete?” Ella susurró y yo asentí. “Sí, mi expareja”, le susurré y ella empezó a llorar de nuevo.
Quería abrazarla pero el dolor en mi estómago no me permitió moverme mucho antes de caer nuevamente en la cama. Ella me abrazó suavemente y me sentí muy cálido y protegido. Me sentí como si estuviera en los brazos de mi madre.
“Nadie merecía lo que pasaste, Lola. Eres sólo un niño, debes ser protegido y cuidado. Prometo protegerte de ahora en adelante, no dejaré que te pase ningún daño”, dijo en mi cabello mientras lloraba.
Le devolví el abrazo y lloré un poco. Ella besó mi frente mientras me cubría con el edredón y se alejaba del
cama.
“Buenas noches, Lola”, susurró mientras abría la puerta y salía.
“Buenas noches, mamá”, susurré en la habitación vacía. Entonces yo
pérdida de conciencia.
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