Chapter Capítulo 34
Capítulo 34
Aunque solo ellos dos podian escuchar esa frase, Ainhoa sintió cómo sus orejas se teñían de rojo en un instante. Ella lo miró con una mirada gélida mientras preguntaba: “¿Todavía crees en lo que ella dice?”
“¿Qué más puedo hacer? Träeme pruebas de que no lo hizo. Respondió Enzo.
Ainhoa soltó una risa fria. Era de esperar, un hombre que después de arreglarse los pantalones, se olvida de quién le ayudó. Igual que antes, acusando a los inocentes sin razón alguna, Las palabras de Irene eran la verdad absoluta para él.
Ainhoa curvo ligeramente sus labios y le dijo: “Entonces procedamos de manera oficial. Un millón no cifra menor, no dejaré que Leonor cargue con una culpa inmerecida.”
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Irene respondió sonriendo de inmediato: “La secretaria de la Vega ha malinterpretado, ya he dicho que no procederé legalmente contra la señorita López, aquí termina el asunto.”
Ainhoa no dudó en dejar en claro cuáles eran las verdaderas intenciones de Irene, por lo que comentó: “¿El precio de no proceder es que mi amiga cargue con esa acusación? Aunque parezca que retiras la demanda de buena fe, en realidad quieres hacerle cargar con ese crimen, señorita Garcia, ¿no es asi?”
Al escuchar eso, los ojos de Irene se llenaron de lágrimas en un instante. Miró a Enzo con un gesto de profunda tristeza; dijo haciéndose la victima: “Enzo, no quise decir eso. Creo que la señorita López, siendo una figura pública, no le conviene estar en estos lugares, no le hace bien a su imagen. Queria retirar la denuncia y ya está, ¿por qué la señorita de la Vega tiene que malinterpretarme asi?”
Cuando Enzo vio que alguien se le abalanzaba, se apartó un poco. Con un movimiento rápido, abrazó a Ainhoa, poniéndola entre los dos. Bajo la cabeza y le susurró al oído: “Hazme caso, dejemos el asunto aquí, yo me encargaré de la compensación.”
Irene sufría de depresión severa, si esto seguía así y tenia una crisis, no seria solo cuestión de un auto. Pero para Ainhoa, esto era simplemente Enzo protegiendo a Irene.
Sus fríos ojos estaban llenos de desafio al decirle: “No, no puedo dejar.”
No terminó de hablar cuando Enzo cubrió su boca con su dedo largo y delgado. Con su frente contra la de ella, la miró con intensidad advirtiéndole: “Si sigues con esto, ¿crees que no seria capaz de besarte aqui mismo?”
Esas palabras bastaron para que Ainhoa no se atreviera a hablar; Enzo era un hombre de palabra,
lo que decía, lo cumplía. Ainhoa lo miraba con los labios apretados, una mezcla de rebeldia y tristeza en su rostro. Pero no tuvo más remedio que quedarse en silencio mientras Enzo sacaba un cheque de su bolsillo, escribía una cifra, firmaba y se lo entregaba a Irene diciéndole: “Espero que esto sea el fin del asunto.”
Irene estaba tan sorprendida que no pudo decir una palabra. Miraba fijamente el cheque, con las lágrimas rodando por sus mejillas. Eso no era lo que ella queria. Quería que Leonor fuera a prisión, perseguida por sus fans. Queria que Ainhoa y Enzo acabaran mal por su causa. ¿Pero qué significaba ese cheque entonces? ¿Estaba diciendo claramente que él y Ainhoa eran complices?
Las lágrimas de Irene corrian por su rostro mientras decia: “Enzo, tú tampoco me crees, ya dije que no quería la compensación, ¿por qué nadie me cree?”
Enzo frunció el ceño y le dijo: “Compra un auto nuevo, considéralo un regalo.”
Metió el cheque en el bolso de Irene, y luego le dijo al conductor: “Llévala a casa.”
Enzo había resuelto el caso, Leonor fue liberada de los cargos. Luego él intentó llevarse a Ainhoa fuera, ella se soltó.
pero
El rostro delicado de la mujer mostraba decepción y obstinación; entonces le avisó: “Enzo, esta es la última vez, si Irene se atreve a molestarme de nuevo, no la dejaré pasar tan fácilmente.”
Dicho esto, tomó a Leonor de la mano y salió sin mirar atrás. Pero apenas había dado unos pasos, escuchó la
Capitulo 34
voz de una mujer detrás de ella:
“Ainhoa, ¿ya ni siquiera reconoces a tu madre?”