Chapter Capítulo 93
Fernando
—Buenos días hoy 23 de abril de 2022 siendo las 10:00 am nos encontramos constituidos en la sala 5 del Tribunal de Vayarta para reanudar la audiencia de juicio sobre el artículo 119 de nuestro código penal instruida en contra del ciudadano Diego Valencia interpuesto por la ciudadana Belinda Uriarte Galván. Paso a informarles que el jurado ha analizado minuciosamente la evidencia y los testigos presentados hasta el día de ayer, sin más continuemos con la audiencia.
Cuando termino de hablar nosotros tomamos asiento en nuestros lugares al igual que ella. Sin dudarlo llevé mi mano al hombro de Belinda ella volteó por un segundo y me devolvió la sonrisa.
—Señora Jueza quisiera deslindar a la testigo número 4 la señora Gabriela Torres debido a que ella no puede prestarse por razones de fuerza mayor y en su sitio solicitó el testimonio del señor Fernando Valencia.
—Bien ¿Tiene algún inconveniente licenciado Duarte? —Le pregunta ella al abogado de Diego
—Ninguno su señoría
—¿Cuántos testigos le quedan a la defensa y la Fiscalía?.
—Dos su señoría—Responden ambos hombres
—Bien proceda la defensa
Él asiente —Solicitó el testimonio de una persona fundamental para este caso, puesto que durante el transcurso del juicio me han escuchado a mí al licenciado Duarte o a varios testigos, pero es necesario escuchar a la persona que vivió en carne propia el más cruel de los infiernos. Solicitó el testimonio de Belinda Uriarte Galván.
Dentro de un minuto Belinda lentamente se acercó al estrado y realizó el juramento colocando su mano arriba de una Biblia. Acto seguido tomó asiento en el sitio.
—Señorita Uriarte Galván —Emir inicia el interrogatorio —Podría relatarnos que ocurrió la mañana de los hechos.
—Me desperté aproximadamente a las ocho de la mañana debido a que deseaba llevar a mi hijo al parque, pero mis planes cambiaron porque mi abuela se ofreció.Ellos se fueron y yo me dediqué a realizar unas compras para preparar el almuerzo. Al regresar de la tienda me di cuenta de que Diego estaba en mi casa.
—¿Usted lo invito?
Ella niega con la cabeza —No de hecho la última vez que nos vimos le dije que no quería volver a verlo y renuncie al trabajo.
—Nos puede explicar motivo de su renuncia.
—Nunca me gustó trabajar con el porque era muy estricto y me exigía más de catorce horas diarias por día y no podía descansar ni siquiera los fines de semana. No tenía tiempo para mi hijo ni para mi misma. Luego la situación se complicó cuando comenzó a acosarme.
—¿De qué forma la acosaba?
—Me proponía que me acueste con él y se enfadaba cuando me negaba. Me hacía comentarios sobre mi ropa o mi cuerpo diciéndome que le excitaba y que me deseaba. Sus acosos iban en aumento al transcurrir los meses y culminaron de la peor manera cuando en una fiesta se aprovechó de mi estado para abusar de mí. —Ella lleva sus manos a sus mejillas para detener sus lágrimas
—Prosigamos con el día de los hechos ¿Qué ocurrió cuando encontró a Diego en su casa?
—Le pedí que se marchará y él simplemente se reía de mí, siempre le parecieron divertidas mis negativas afirmando que me hacía del rogar. Él me aseguró que dejaría a su prometida ese día para estar conmigo, pero yo por milésima vez me negué y cuándo me dirigí a la puerta para abrirla él llevó sus manos a mi boca ejerciendo presión con un paño el cual tenía cloroformo o cualquier otra droga y termine inconsciente.
—¿Qué ocurrió cuando despertó?.
—Me sentía aterrada y confundida debido a que me encontraba en un lugar desconocido . En principio no recordaba que me ocurrió hasta que lo vi a él. Le supliqué que me dejará ir, pero él decía que ya le pertenecía y nunca me dejaría ir. — Solloza y no logró evitar formar puños en mis manos.—Le suplique en nombre de mi hijo y mi familia e incluso le propuse no decirle a nadie lo que había hecho, pero él no escuchaba razones.
—No tiene que seguir si no quiere.
—Quiero hacerlo, quiero que todos se enteren todo lo que me hizo este hombre y el daño que es capaz de causarle a cualquier otra mujer.—Ella centra su mirada en él. — Yo no dejaba de gritar e intentar golpearlo para liberarme, pero él simplemente me decía que nadie me ayudaría porque todos los empleados estaban contratados por él. Luego esposo mis muñecas y mis tobillos a la cama para evitar que me moviera, esa fue la primera noche que abuso de mí y así prosiguió durante una semana.
—¿Todo el tiempo estuvo esposada?.
Ella negó con la cabeza —Luego de una semana me libero, pero la propiedad estaba rodeada de hombres armados y me era imposible escapar. Lo intenté, pero solamente conseguí que él me golpeara. No solamente era violento cuando intentaba huir o lo insultaba también lo hacía cuando me resistía a tener relaciones con él. Me golpeaba y me amenazaba todo el tiempo con lastimar a mi hijo y yo me moría de miedo. —Ella limpia sus lágrimas con un pañuelo —También me advertía que si lo denunciaba nadie me creería porque yo era una muerta de hambre y su familia era poderosa. y lo que más me duele es que eso es cierto porque cuando logré escapar y regrese con mi familia varias personas me acusaron de ser su amante.
—No más preguntas ¿Quiere agregar algo?.
—Sé que muchas mujeres ante una situación de acoso piensan que pueden manejarlo y que el hombre pronto se olvidará de ellas e irán por la siguiente, pero no es así. Existen hombres que no saben aceptar un no como respuesta y no descansan hasta obtener lo que desean sin importarles a quién lastiman y ese es el caso de Diego Valencia. Él es un monstruo y si no lo detienen, yo no seré la última de sus víctimas y probablemente no viva para contar otra vez mi historia.
—Muchas gracias señorita Uriarte Galván ¿La defensa desea interrogarla?.
Rómulo asiente —Señorita usted asegura que es una mujer humilde ante un empresario prestigioso. Que esto se trata de una situación de clasicismo, pero…
—Protestó la defensa está hostigando a mi testigo y no fórmula ninguna pregunta.
—A lugar ¿Formule una pregunta, licenciado?
—¿Quién es su padre biológico?
—Edward Galván —Responde ella
—Quiero recalcar que Edward Galván es socio de la empresa que dirigía mi defendido y su relación no es buena. ¿A caso no será este un complot para adueñarse de la empresa?.
—Protesto, el licenciado está especulando.
—A lugar ¿Tiene otra pregunta?.
Él asiente —Dígame señorita Galván ¿En su adolescencia como era su relación con el señor Diego Valencia?.
—Asistíamos al mismo colegio, pero no charlábamos mucho debido a que él no me toleraba.
Él ríe — ¿y usted estaba enamorada de él? ¿Es mentira que le escribía notas de amor y le entregaba regalos?
—Como cualquier adolescente cometía tonterías
—Responda
—Si lo hacía
—Durante su época de secretaria ¿Cómo era su relación con el señor Diego Valencia?
—Era una relación de explotación
—Una relación de explotación —Él carcajea—¿Es cierto que el licenciado Diego Valencia le obsequió ropa, le otorgaba préstamos y la llevaba a su casa la mayoría de las noches?.
—Si es verdad pero…
Él la interrumpe —Esa es la descripción perfecta de explotación laboral, no más preguntas —Es todo lo que dice antes de alejarse.
Cuando ella se retira es el momento en el cual Rómulo debe llamar a su testigo, a quien llama es a Diego.Me percaté de que la mayoría de los familiares y amigos de Belinda lo asesinamos con la mirada.
Él realizó el juramento y me miró a mí, se dibujó una sonrisa en su rostro.
—Licenciado Diego Valencia —Rómulo inicia el interrogatorio — ¿Podría decirme que clase de relación tenía con la señorita Galván?.
—Éramos amantes.
—¡Maldito infeliz! —Exclame furioso.
—Contrólese señor Valencia o lo haré sacar —Me reprende la jueza —Prosiga abogado
—¿Desde cuándo mantenía una relación con la señorita Uriarte Galván?.
—Cuando ella ingresó en la empresa nos llevábamos muy mal debido a que nunca me agradó; principalmente, por su forma de vestir anticuada. Teníamos un plazo de un mes y si ella no me convencía yo la despediría. Poco antes de cumplirse el plazo ella comenzó a cambiar su manera de vestir. Utilizaba faldas y prendas cortas, no deseo ofenderla, pero la realidad es que se me insinuaba a pesar de que yo estaba comprometido…. y bueno la carne es débil, no tarde en ceder a sus provocaciones.
—¿Qué ocurrió el día de los hechos?.
—Llevaba mucho tiempo de relación con ella, pero Belinda me había advertido que se acabaría si me casaba con Mariana porque no deseaba ser la amante. Estaba tan enamorado que no conseguía la idea de perderla por ello decidí dejar a mi prometida y huir con ella a la hacienda de mi familia.
—¿En ningún momento se resistió a irse con usted? ¿Le pidió que no la alejara de su hijo?.
—Quiero aclarar que ni yo ni nadie sabíamos que Belinda tenía un hijo porque ella nos hizo creer que el pequeño era su primo, desconozco sus motivos para ocultarlo y no la juzgó. Con respecto a su pregunta inicial Belinda nunca se negó a irse conmigo incluso ella escogió el lugar.
—¿Cuándo llegaron a la hacienda como era su relación? ¿Usted le gritaba o la golpeaba? ¿la forzaba?.
Él niega con la cabeza —Nunca en mi vida he golpeado a una mujer y cualquiera de mis ex parejas puede comprobarlo. ¿Cómo era nuestra relación? No quiero ser explícito, pero debo defenderme, mi relación con Belinda era únicamente sexual y por ello durante los primeros días no salíamos de la cama, es una de las mujeres más fogosas que he conocido.
Debo controlar mi rabia para no romperle la cara a ese idiota.
—¿Por qué piensa que ella lo acuso de violación y secuestro?.
—No lo sé realmente porque yo a esa mujer la adoro, dejé mi familia y mi empresa por ella. Siempre la consentí en lo que me pidiera y la trate como a mi reina. Lo único que se me ocurre es que se haya enojado por nuestra última discusión.
—¿Puede explicar en que consistía esa discusión?.
—Me exigia que formalice nuestra relación y me case con ella, pero yo me negué porque nunca me casaría con una mujer que fue de mi primo y ocultaba a su propio hijo, sin considerar que solamente era una secretaria. Sería la burla de todos mis amigos. Por ese motivó ella se enojó conmigo y se marchó, poco tiempo después me enteré de que esperaba un hijo mío y por ello intente contactarla, pero ella seguía muy molesta y creo que esa es la razón. Ella planea alejarme de mi hija y vengarse por mi rechazo.
—¿Desea agregar algo más?
Él asiente —Ya le dije que no tiene porqué vengarse de esta forma, que lamento si la lastime, pero ni a ella ni a mi hija les faltará absolutamente nada. No la juzgó porque tal vez tiene miedo de que huya de mi responsabilidad como lo hizo mi primo años atrás y que le quite a mi bebé como también lo hizo él. Pero yo no soy así porque yo sé lo importante que son las madres —Él lleva sus manos a sus mejillas y limpia sus lágrimas las cuales son más falsas que una moneda de seis pesos —Yo no tuve madre debido a que ella se quitó la vida cuando era pequeño, pero no quiero entrar en detalles. Estoy dispuesto a todo por mi hija incluso a perdonar a Belinda y casarme con ella, pero no es justo que me condenen por algo que no hice.
—Muchas gracias por su testimonio Señor Valencia ¿Desea interrogarlo Licenciado?.
Emir asiente, yo confío en que él podrá desenmascarar a Diego.