Chapter Capítulo 1517
Capítulo 1517
Ella frunció el ceño, para demostrar que la lógica de David no tenia fallas, sin pensar demasiado se inclino y besó sus finos labios.
Durante el beso, David tomó la delantera, robándole la iniciativa. Besándola intensamente.
Esta vez, no le dio a Selena la oportunidad de darle un beso ligero y luego irse. La sujetó firmemente por la nuca.
Los labios que acababan de estar fríos, ahora tenian una temperatura que la derretia.
Selena se sintió débil, sin fuerzas para mantenerse erguida.
Sus hombros, bajo la presión de David, se apoyaron lentamente contra la pared detrás de ella.
Justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió de golpe. Ella, aturdida por el beso, tardó unos segundos en reaccionar al sonido.
Cuando se dio cuenta, la puerta ya estaba abierta.
“¿Por qué no? Solo veníamos a cenar, el cocinero está libre… ¡Ay!”
La voz detrás de la puerta se hizo cada vez más clara.
Las palabras de Elio se interrumpieron abruptamente. Se quedó parado un momento, luego intentó cerrar la puerta rápidamente y salir, pero la voz desconcertada de Perla vino desde atrás.
“¿Qué pása, no vamos a entrar?”
Avanzó curiosa unos pasos y echó un vistazo a la habitación.
Selena, sorprendida por la repentina aparición de Elio, empujó a David con fuerza.
Lo que Perla vio fue a Selena empujando a David, en el instante en que sus labios se separaron.
La cara de Perla se puso roja de inmediato y se quedó parada sin saber qué hacer.
Era como si… una madre abriera la puerta de la habitación de su hijo y lo encontrara viendo una pelicula inapropiada.
Selena estaba tan avergonzada que no sabía dónde esconderse, agarró los costados del abrigo abierto de David con ambas manos y metió la cara dentro. David, cuyo deseo no había sido satisfecho y fue interrumpido abruptamente, se enojó, su rostro se volvió frio de inmediato.
Elio sabía que algo estaba mal, pero ya era demasiado tarde para remediarlo.
David giró la cara lentamente, viendo a Elio poner una cara triste y empezar a suplicarle.
“Hermano, yo…”
Pensó durante mucho tiempo sin encontrar una razón por la que no debería golpearlo, no podía decir la verdad. Solo queria comer algo delicioso, así que quería aprovechar que no estaban en casa para usar su cocinero y preparar una buena comida.
Mientras estaba preocupado, giró la cabeza y vio a Perla. Sus ojos se iluminaron, la abrazo de inmediato y dijo:
“Perla no ha tenido apetito estos días, siempre siente náuseas al comer. Dijo que le encantó el almuerzo de ayer, así que vine a pedir prestado al cocinero… um… creo que podría estar embarazada. Planeo llevarla al hospital después del almuerzo para que la revisen…”
Perla incrédula, miró a Elio mientras inventaba esa mentira con tanta fluidez, usando un embarazo como excusa para mentir, lo que la hizo sentir tanto diversión como resignación.
¿Cómo iba a estar embarazada?
Aparentemente, la mentira de Elio fue efectiva. Al escuchar sus palabras, Selena levantó la cabeza del pecho de David y la miró directamente.
“¿Estás embarazada?”
Perla se detuvo, “Yo…”
El agarre de Elio en su cintura se apretó un poco, Perla parpadeó, poniendo una mano en su pecho.
“No creo, probablemente es por el cambio repentino de temperatura, mi estómago está un poco mal…” “Entiendo…
Alver que la expresión de David, que no planeaba hacer un gran problema, Elio inmediatamente agregó:
“¡Pero podría estar embarazada!”
Selena parecía haber entendido algo y se sintió aliviada. Esa excusa le permitió superar la vergüenza de antes.
Si ambos sospechaban que podrían tener un bebé, implicaba que lo que hicieron para llegar a esa conclusión no debería ser menos íntimo que lo que David y ella
estaban haciendo.
Ay…
¿Todos los casados son tan audaces?
Mitando a Selena preparándose para bajar del mueble, David la cargó y la puso suavemente en el suelo.
Ella miró a Perla y preguntó
“El almuerzo estará listo pronto, ¿comemos juntos?”
“Ah, bien. Perla respondió un poco inquieta.
Echó un vistazo furtivo a David a su lado, vio su rostro frio y rápidamente retiró la vista.
Ojos que no ven, corazón que no siente
Después del almuerzo, Elia fue el primero en terminar y se sentó a mirar a Perla comer bocado por bocado.
Al principio quería escapar de la mirada de David, pero al ver a la chica comer, la idea de “escapar” se relegó a un segundo plano.
Se apoyo en su silla, mirando a Perla sin disimulo, completamente cautivado por su belleza.
Sus ojos eran suaves, su nariz delicada, sus labios rojos y cautivadores.
Con un rostro muy fresco y elegante, con el encanto elegante de las mujeres clásicas.
Aunque no era la más destacada en comparación con otras mujeres, era simplemente irresistible
No ocultó su mirada, Perla lo sabia, Selena lo sabia, y David lo entendia aún más.
Cuando Perla finalmente dejó los utensilios y tomó un vaso de agua a su lado para beber, Elio se levantó, la tomó de la mano y dijo:
“Vamos al hospital
Perla no dijo nada, pero no pudo resistir su fuerza, se levantó y se despidió apresuradamente de Selena y David.
Elio la llevó al hospital” a la mayor velocidad posible.
Bajaron en el ascensor y Elio llevó a Perla a la habitación, tan rápido que su paso se volvió caótico.
Apenas entraron por la puerta, Perla fue empujada contra ella, seguida por Elio, alto y musculoso, que la besó mientras cerraba la puerta con la mano y luego…
Empezó a desvestirla, muy apresurado, poniendo directamente su mano en su piel.
El corazón de Perla latia con fuerza, soportando emociones intensas corno una tormenta.
Siempre había sido asi, hacia lo que queria, no era gentil en su forma de actuar, cada vez parecia querer poseerla completamente.
La respiración de Elio era un poco agitada, sus grandes manos parecían querer agarrarla aún más fuerte.
Su gran figura la hacia parecer aún más delicada y Perla escondida en su abrazo, parecía muy pequeña.
“Eres muy baja, ¿cómo puedes ser tan pequeña, eh?”
Casi podia levantarla con una mano.
“Um… Eres demasiado grande.”
Elio rio, le gustaba ese tipo de conversación.