Chapter Capítulo 8
Capítulo B
Aitor entró al salón de clases justo antes de que sonara el timbre para empezar la lección, colocó un montón de exámenes en el escritorio y dijo: “Representante de clase, reparte los exámenes, por favor.
El aula se sumió en silencio. Sana, sentada en la última fila, observó cómo sus compañeros estiraban el cuello esperando que Marco, el representante, repartiera los exámenes entre susurros de sorpresa y suspiros que resonaban por los rincones. Marco, delgado y educado, con unos gruesos anteojos, se acercó a Bianca y le entregó su examen; alguien preguntó con curiosidad: “¿Cuántos puntos conseguiste?“,
Bianca echó un vistazo a su puntaje y respondió con orgullo y alivio: “127 puntos“.
“¿Cómo es posible sacar tanto con lo difícil que estuvo el examen?“.
Bianca, fingiendo modestia, replicó: “Oh, no es nada, comparado con Jaime, todavía me falta“.
“¿Cómo te vas a comparar con Jaime? ¡Si él ha estado ganando competencias matemáticas desde niño! Pero ustedes dos realmente hacen una pareja perfecta, ambos con esas notas, son perfectos“.
Mientras los elogios y exclamaciones llenaban el aula, Bianca ya acostumbrada a la atención, levantó sutilmente la barbilla y miró hacia la última fila, con falsa modestia, dijo: “Marco, ¿puedes ver cuántos puntos obtuvo mi prima?“.
Marco revisó los exámenes, pero no encontró el de Sana. En su lugar, sacó el de Jaime con prisa para entregárselo. Desde el escritorio, Aitor interrumpió: “En este examen de matemáticas, solo tenemos una nota perfecta en todo el grado, ¡y es de nuestra clase!“.
“¡Wow!“.
“¿Jaime sacó ese puntaje? ¡Increible!“.
Mientras resonaban las exclamaciones, Jaime se relajó internamente, había estado preocupado por unas cuantas preguntas el día anterior durante el examen, pero en ese momento parecía que todas
estaban correctas.
“Bien hecho, Jaime, jeres increible!“, Bianca lo felicitó.
Jaime sonrió y la miró, al enterarse el día anterior de que su compromiso habia sido cambiado por ella, se sintió aliviado, alguien como él merecia a la mejor chica, 127 puntos, no estaba mal. De repente, Marco le puso su examen en el escritorio.
Jaime miró automáticamente la sección de puntos, y su sonrisa se congeló en su rostro; ¿138? ¿Qué estaba pasando? ¿Habría un error en el examen?
Mientras él estaba confundido, Aitor, jadeando, añadió; “¡Felicitaciones a Sana! Su conocimiento matemático es muy sólido, y a pesar de la dificultad de las preguntas, ¡su resultado fue sorprendente! ¡Superó al segundo lugar, Jaime, por doce puntos completos!“.
Tras estas palabras, la clase quedó en completo silencio, como si todos hubieran pausado al mismo tiempo, después de un par de segundos de shock, todos se giraron para mirar a la chica en la última fila.
Jaime, con los ojos muy abiertos, se giró incrédulo para ver a la chica lentamente levantar la cabeza; sus ojos, que antes parecian no enfocarse, se fijaron en él. Entonces, ella sonrió sutilmente, una sonrisa llena de significado, y susurró en silencio: “No está mal“.
Él sintió que su rostro se incendiaba como si alguien le hubiera dado una bofetada. Bianca, por su
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parte también se queda mol, con un solo pensamiento en su mente, ¿cómo es posible?
Va estar
All rond de revisar los examenes justo a tiempo y salió del aula, apenas salió, in clase se convirtió en un herido de comentarios.
El sonido de una silla arrastrándose resonó mientras el compañero que estaba frente a Sana se volvíal hacia ella, inclinandose sobre el escritorio como si tuviera huenos de goma: “Oye, eres Sana, ¿verdad? ¡Me Bamo Sheila Ocampol
La chica tenia el cabello tenido de rosa y un maquillaje bastante llamativo, como si fuera un personaje
anne Masticaba chicle y, después de presentarse, sopló una burbuja con él, Sana la miró curiosa por un momento y respondió: “Hola“.
Al ver que ella le hablaba, Sheila sacó su teléfono y dijo con una pequeña sonrisa: “Ahora mismo, todo el foro de la escuela está hablando sobre si Jaime podrá mantener su primer lugar. Jaja, siempre he pensado que Jaime y Bianca eran insoportables, siempre tan arrogantes solo porque tienen buenas notas que hay de especial en eso?“.
Sana: “Oh“.
Con su espontaneidad y su chachara, esa fue la primera impresión que tuvo de Sheila, ésta última no parecia importarle la respuesta indiferente de Sana, continuó hablando por su cuenta: “Escuché que la familia Cisneros canceló su compromiso contigo porque tus calificaciones eran bajas, ¿podrás ser la primera en la clasificación general? ¡Eso si que les mostraria!“.
Y, además, era muy cotilla. La siguiente clase era de lengua, y como representante de la clase, Bianca consiguió los examenes, su primera reacción fue buscar la calificación de Sana y, al ver el número, suspiro aliviada, se acercó intencionadamente para entregarle el examen, justo cuando escuchó el comentario de Sheila.
Bianca intervino: “Jaime no solo es bueno en matemáticas, tiene excelentes calificaciones en todas las
materias”
Después de decir eso, le pasó a Sana su examen de lengua: “102 puntos, prima, estás tan desequilibrada en tus calificaciones, estás a treinta puntos de Jaime en una sola materia, ¿y sueñas con ser la primera? ¡Deja de soñar!“.
tv aún
“¡Pum!”
El chicle de Sheila estalló nuevamente, miró a Bianca ladeando la cabeza: “No sé si Sana le ganará a Jaime en los exámenes, pero seguro que tendrá una calificación más alta que tú, ¿de qué estás tan orgullosa?“.
Bianca, atascada en sus palabras, respondió con sarcasmo después de un rato: “Como la última de la clase, claro que no puedes estar orgullosa, que más puedes decir“.
“No“, Sheila dijo sonriendo. “Soy la última de la clase, y estoy orgullosa de ello“.
Bianca estaba muda.
Enojada, se dio la vuelta y se marchó. El dia anterior había sido el día de los exámenes, y los maestros corrigieron los trabajos toda la noche. Ese día, después de calcular las notas, no fue hasta la tarde que finalmente se anunciaron los rankings generales, los resultados se pegaron en la pared del frente y
Capitulo B
todos se amontonaron para verlos al salir de clases.
Sana no fue a mirar, las calificaciones no le Importaban mucho, tomó su mochila y fue la primera en salir del aula. Dentro del aula, Jaime y Blanca tampoco se hablan Ido, estaban empacando sus mochilas y mirando hacia adelante, los dos se consideraban superiores, no querían mezclarse con la multitud, pero estaban ansiosos por conocer el ranking.
Cuando la mayoría de la gente se habia ido, Jaime finalmente se acercó a ver, su mirada fue directamente al primer lugar en la esquina izquierda, pero su usual posición había cambiado, él se quedó petrificado; mientras tanto, Bianca estaba a punto de volverse loca.
A las sels y media de la tarde, el carro entró en la mansión de la familia Avilés, el carro apenas se detuvo, y cuando Sana iba a abrir la puerta, una voz aguda llegó: “¿Estás contenta?“.
Ella se quedó perpleja por un momento, pero luego vio a Bianca con los ojos enrojecidos, llenos de lágrimas, gritando: “¿Fingir que eres una tonta para que Jaime y yo nos avergonzáramos, estás satisfecha con lo que hiciste?“.
Sana estaba desconcertada, ¿esa chica estaba loca? Antes de que pudiera decir algo, Bianca abrió la puerta del carro y corrió llorando hacia la villa, cuando Sana bajó del carro y entró a la sala, escuchó la voz preocupada de Nieves: “Bianki, ¿qué te pasa?“.
Bianca no dijo nada, corrió escaleras arriba y cerró la puerta de su habitación con llave, la anciana estaba angustiada afuera: “¿Qué pasó? Estaba bien y de repente llora, ya lo recuerdo hoy entregaron las calificaciones, ¿acaso Sana te envidia porque te fue bien y te está molestando?“.
Sana, que acababa de entrar, se quedó sin palabras.