Dejé de Amarte

Capítulo 45 

La familiar fragancia de hormonas golpeó a Valentina, acelerando su corazón, “¡No te pases, aquí hay cámaras!” 

Alejandro levantó la mano y le tocó la nariz, riendo suavemente, “¿Creiste todo lo que dijo la abuela? Cómo iba a poner cámaras de verdad en nuestra habitación.” 

“Siempre has entendido mejor a la abuela.” Valentina sonrió incómodamente. “Ya es tarde, voy a dormir.” 

Alejandro la atrapó en sus brazos, “No hay prisa, todavía no hemos terminado lo de antes de ir al hospital, sigamos ahom.” 

“¡No!” Valentina rápidamente se ajustó el pijama, ‘Si insistes, me voy a dormir con la abuela!” 

“Te estás volviendo más atrevida, amenazandome.” Alejandro bajó la cabeza, apoyó su frente contra la de ella, “Hoy te salvé de ese jarrón, así es como agradeces a tu salvador, eh?” 

Valentina se quedó sin palabras. Solo fue un jarrón, y ya se consideraba un salvador? 

Además de eso, no había hecho nada más por ella, sólo Lucia y Paola habían hablado en su defensa. 

Porque él solo confiaba y se preocupaba por Nieve, sin importarle ella. 

Valentina reprimió el dolor en su pecho, y por cortesia, todavia le agradeció, “Gracias, ¿puedo irme a dormir ahora?” 

Alejandro la miró con reluctancia, y en un instante decidió no dejarla ir, “No, me duele la espalda, ayúdame a bañarme.” 

Valentina se sintió frustrada pero también irónica, “¿Qué, el golpe te dejó paralitico?” 

“Te salvé, naturalmente debes devolver el favor” La mirada de Alejandro se oscureció, “¿0 prefieres que no me bañe y siga directarpente a la cama?” 

“¡Yo ayudo!” Valentina le dijo rápidamente, “Pero tienes que prometerme que después de bañarte, irás directo a dormir, estoy realmente cansada” 

Alejandro arqueó una ceja. “Dependerá de cómo me sienta.” 

Después de que Valentina llenó la bañera, Alejandro entró y se desnudó frente a ella. 

Valentina giró la cabeza rápidamente, sonrojándose. 

Alejandro sonrió, “No es la primera vez que me ves, ¿de qué te avergüenzas?” 

Valentina se sonrojó aún más, “Apúrate y báñate, el agua se va a enfriar.” 

Alejandro se sumergió en la bañera, “Sra. Nortes, si no me equivoco, esta es una bañera termostática.” 

Valentina tomó una toalla y comenzó a bañarlo. 

Alejandro normalmente no disfrutaba de los baños, pero decidió bromear y no optar por la ducha. 

Resultó ser, su cara sonrojada mientras lo lavaba seriamente era divertida de ver. 

“¿Podemos dejar de hablar de divorcio, por favor? La voz de Alejandro se suavizó involuntariamente. “Lo que quieras, haré todo lo posible por complacerte.” 

“¿Te refieres a que viva en esta mansión enorme, lleve bolsos que otros sólo pueden soñar y siga donando sangre a Nieve sin fin, verdad?” Valentina sonrio amargamente, “Alejandro, esta no es la vida que quiero.” 

Alejandro se imitó sin motivo, “Entonces qué clase de vida quieres?” 

“Alejarme de ti, ir a cualquier parte estaría bien.” Valentina sonrió, “Tal vez no tenga una casa grande donde vivir, tal vez tenga que trabajar para ganarme la vida, pero estaria dispuesta a hacerlo.” 

“¿Me odias tanto?” Alejandro la phiro incrédulo, “Odias tanto quedarte a mi lado que preferirias sufrir por ahí?” 

Valentina negó suavemente con la cabeza. 

Este era el hombre al que había amado profundamente, sin importar cuán desamorado o decepcionado estuviera, nunca lo detesto. 

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Capitulo 45 

Si realmente to detestara, entonces el amor que le había entregado unilateralmente se convertiría en una broma. 

“Alejandro, no te odio. Valentina lo miró seriamente a los ojos, “Solo no quiero seguir estando a tu lado.”