Chapter Capítulo 17
Capítulo 17
Valentina no logró vomitar nada, y tras un rato, se enjuago la boca y se limpió con una servilleta.
Se giró hacia Nieve, quien la observaba, y en vez de responderle, contraatacó, “Acabo de salir de la cárcel, ¿crees que es posible?”
Al escucharla, Nieve relajó su expresión.
No solo porque Valentina acabara de salir de prisión, sino porque, incluso sin haber estado encerrada, era imposible que estuviera embarazada.
Porque Alejandro detestaba a los niños.
Desde pequeña Nieve sabía que casarse con Alejandro significaba no tener hijos. Nunca haría algo que pudiera disgustarle.
Pero no tener hijos no era un problema pa de todas formas, no le gustaban los niños, y tenerlos solía arruinar la figura. Manteniéndose en forma, podía aseyurse de capturar el corazón de Alejandro.
Nieve, con una mirada más seria, siguió hablándole con sarcasmo, “Valentina, sé que Alejandro no te trata bien, pero no te desanimes. Cuando me cure, él estará dispuesto a divorciarse de ti. No te preocupes, no te dejaremos sin nada. La próxima vez que me dones sangre te compro otro bolso, ¿qué te parece?”
“Esos bolsos nunca los he tocado, quédatelos y úsalos tú.”
Valentina tiró la servilleta en el bote de basura y se marchó directamente.
El sarcasmo de Nieve realmente le dolía, pero lo que más le dolía era no poder encontrar trabajo.
Su tío, sin qué su tía lo supiera, le había dado secretamente la herencia que dejó su abuela, menos de cien mil pesos. Eso ni siquiera alcanzaba para hospitalizarse, y en la capital, contratar a una niñera costaba al menos veinte mil al mes. Necesitaba encontrar una forma de ganar dinero rápido.
Valentina, sin otra opción, buscó trabajos de medio tiempo donde no revisaran antecedentes penales.
Tenía un certificado de enfermería, y esa misma tarde encontró un empleo de medio tiempo como auxiliar de enfermería en un hospital.
Justo al salir del hospital, le llamó Alejandro.
Valentina recordó que se había olvidado de bloquearlo de nuevo.
Contestó la llamada, “¿Qué quieres?”
La voz de Alejandro era fría, “¿Hoy fuiste a ver a Nieve?”
“Sí.”
La voz de Alejandro se volvió aún más fría, “Valentina, ¿acaso no puedes dejar de molestarla ni un día?”
“¿Cómo que molestarla?”
“Nieve, a pesar de todo, te ofreció amablemente conseguirte un trabajo, y tú la insultaste diciéndole que solo es falsa compasión, ¿eso pasó?”
Valentina apretó el teléfono con fuerza, “Sí, pero dije la verdad.”
“¿Crees que tienes razón?” Alejandro la reprendió, “Anoche te llevé a casa en lugar de ir con Nieve, y esta mañana te expliqué que lo de anoche fue un malentendido, que entre Nieve y yo no pasó nada. Pero en vez de escucharme, fuiste y te ensañaste aún más con Nieve.”
Valentina sonrió amargamente.
Así que llevarla a casa había sido una caridad, y explicarle había sido para proteger a su querida Nieve
Pensó que explicarle había sido un gesto de ternura.
Resulta que ni siquiera merecía esa pizca de compasión.
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16:33 m
Valentina escuchó su propia voz, “Alejandro, en tus ojos, acaso solo al hay una relación intima cuenta como una infidelidad?”
Eso es retorcer las palabras!” Alejandro se enfurecio, “Valentina, podrían dejar de traer la negatividad de la creat y afectar a los demas? ¿Sabes que Nieve ha estado llorando todo el dia y casi se enferma por tu culpa?
Valentina va no pudo contener las lágrimas.
Habia estado en prisión, tenia un temperamento dificil, asi que, a pesar de haber sido una estudiante destacada, ahara ni siquiera podia conseguir un trabajo decente.
Podia intentar ignorar las humillaciones de Nieve, pero las acusaciones y reproches de Alejandro ‘desmoronaban cualquier fachada de fortaleza que le quedara.
La herida más profund
“¿Te quedaste sin palat
cuerpo había sido infligida por el hombre que más amaba.
Habla!” Alejandro, al ver que ella no le respondia, se enfado aún más, “Ahora mismo ven a
la casa de los Cruz y pidele disculpas a Nieve!”
Valentina, limpiándose las lágrimas apresuradamente, respiro profundamente y le dijo. “Si le gusta llorar y quiere ser una heroina tragica, ¿qué puedo hacer yo?”
Ella debla disculparse, pero consigo misma.
Habla cometido un error, el error de enamorarse de Alejandro.
Valentina no espero a que el dijera nada, colgó directamente y bloqueo su número.
No le daria ninguna oportunidad más de herirla, se iba a divorciar de éll
En la casa de los Cruz.
Alejandro miraba su teléfono, la furia en su pecho ardia más intensal
Intentó llamar de nuevo, pero como esperaba, ya lo había bloqueado.