Dejé de Amarte

Capítulo 167 

Valentina se estremeció con fuerza. 

Para cualquier hombre, es dificil admitir que tiene problemas en ciertos aspectos Intimnos, más aún para Alejandro, quien siempre ha sido orgullosamente masculino 

Ella no podia imaginar cómo enfrentarse a Alejandro cuando despertara. 

El doctor suspiró profundamente. “Lo siento, Sra. Nortes, hemos hecho todo lo posible” 

Valentina se compuso y dijo, “Lo entiendo, gracias, doctor.” 

Cuando trasladaron a Alejandro a la habitación, ya era de dia. 

Todavia dormia, y después de dudarlo un poco, Valentina decidió llamar a Lucia. 

El primero en llegar fue el señor Milán, “Val, ¿estás bien?” 

“Maestro, estoy bien, pero Alejandro está gravemente herido.” 

“Nadie sabia que el hospital tenía cámaras ocultas. Ya vi las grabaciones y se las entregue a la policia.” 

“Entiendo.” Valentina miró a Alejandro en la cama, “Es mi culpa, no fui precavida y eso terminó lastimándolo. ¿Por qué tuvo que aparecer? Incluso si no lo hubiera hecho, yo podría haberme manejado, al menos él no habría resultado herido.” 

“No te culpes, ya pasó. El señor Milán le dio una palmada en el hombro, “No has dormido en toda la noche, descansa un poco.” 

“No estoy cansada, quiero quedarme aqui con él,” 

Las cámaras del hospital cubrieron todo lo sucedido, y por más que esos dos intenten justificarse, no pueden cambiar la verdad. 

Cuando Lucía llegó al hospital y vio a su nieto en la cama, no pudo evitar llorar de dolor. 

“Valentina, ¿qué ha pasado aquí?” Romeo la confrontó, “Mi hermano estaba bien y ahora está herido por tu culpa otra vez. Desde el primer momento que te vi, supe que eras un desastre. ¡Y tenia razón!” 

Aunque Valentina solo era una asistente de enfermera a tiempo parcial en la familia Nortes y vestia humildemente, su belleza era innegable. 

Romeo, acostumbrado a las bellezas del mundo del espectáculo, sabía que en términos de apariencia, nadie podía competir con Valentina. 

Por más que Nieve se esforzara, no podía superar la belleza natural de Valentina. 

Romeo temía que su padre cayera ante la belleza de Valentina, pero nunca imaginó que seria su abuela quien decidiría casarla con su hermano. 

Naturalmente, Romeo estaba en contra. ¿Cómo una mujer solo con belleza y sin sustancia podía ser digna de su hermano? 

Solo por las diferencias de clase entre Valentina y su hermano, simplemente no podrían estar juntos.. 

Pero en aquel entonces su hermano quedó en estado vegetativo, se casaron para “traer suerte“, y aunque Romeo no creia en esas cosas, no se opuso. 

Después de que su hermano despertó, incluso llegó a agradecerle a Valentina en su mente. 

Pensó que eventualmente se divorciarian, pero eso nunca ocurrió. 

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Capitulo 167 

Y ahora, no solo no se separaron, sino que su hermano acabó gravemente herido por ella. ¡Cómo no iba a estar furioso! 

Romeo estaba cada vez más enfadado, “Acabo de hablar con el doctor, y mi hermano tiene una lesión renal que afectará su vida intima. Valentina, lo has arruinado. Si esto se sabe, ¿cómo va a enfrentarlo?” 

Lucía se quedó en shock. 

“¿Qué dijiste?” La voz temblorosa de Nieve resonó detrás de él, “Romeo, ¿dijiste que Alejandro ya no puede…?” 

¡Eso no podia ser! 

Ella aún no había disfrutado de la pasión de Alejandro, ¡cómo podía ser incapaz! 

La vida era demasiado injusta con ella, ¡por qué, por qué! 

Valentina apretó los labios, “Abuela, lo siento, todo esto fue por mi culpa y llevó a Alejandro a lastimarse. Haré todo lo posible por curarlo.” 

*¿Ahora te crees una sanadora que puede curar todo?” Romeo estaba pálido de ira, “Mi hermano no tiene hijos, y podría quedarse sin descendencia. Valentina, has hecho un gran daño a nuestra familia. Mi abuela te trató tan bien, y tú terminas lastimando a mi hermano de esta manera.” 

“¡Basta ya!” Lucia alzó la voz. “¿Acaso fueron esos dos criminales enviados por tu cuñada? ¿Fue ella quien les ordenó herir a Alejandro? ¡No lo fue! 

“He visto el video de lo ocurrido, los criminales iban tras tu cuñada, fue Alejandro quien se lanzó a protegerla y terminó herido. Nadie podría haberlo previsto, y no es justo culpar a Val. Si dices una palabra más, ¡fuera de aqui!”