Chapter Capítulo 149
Capítulo 149
En el sofá, Alejandro yacía en silencio, con los ojos cerrados, como si estuviera dormido.
Valentina se acercó para verlo mejor y notó que el rostro de Alejandro estaba más pálido que cuando ella había salido, y pequeñas gotas de sudor cubrían su frente.
Parecía que el dolor realmente era fuerte.
Valentina se sentó a su lado, tomó su mano para sentir su pulso.
“Alejandro, ¿no has cenado?”
Alejandro no respondió, solo apretó más sus labios.
Valentina soltó su mano, y en ese momento, su muñeca fue agarrada con fuerza.
Alejandro abrió los ojos, mirándola fijamente, “¿Vas a irte otra vez?”
Valentina, sintiéndose impotente, dijo, “Voy a tomar mi celular para pedirte algo de comer.”
Alejandro finalmente soltó su mano.
Valentina sacó su teléfono para hacer el pedido y luego fue a la farmacia por algunas hierbas medicinales, preparándolas con agua caliente, “Bebe esto.”
Alejandro frunció el ceño al olerlo, “Huele mal.”
“Sí, y sabe peor, pero si no lo bebes, seguirás dolorido.”
Alejandro vaciló un momento, pero finalmente lo aceptó.
Esperó a que el medicamento se enfriara un poco y luego lo bebió de un sorbo.
La comida llegó pronto, Valentina había pedido una sopa ligera y unos pocos panes, colocándolos en la mesa frente a él, “Come y luego vete, recuerda cerrar la puerta.”
Valentina se levantó para irse, pero Alejandro la llamó.
“Valentina.”
Valentina detuvo sus pasos, sin voltear.
Detrás de ella, la voz profunda y ronca de Alejandro resonó, “¿Realmente has decidido dejarme?”
Valentina esbozó una sonrisa amarga, queriendo decir algo, pero luego pensando que cualquier palabra sería superflua.
“Sí.”
Valentina no durmió bien esa noche, soñando con los momentos vividos junto a Alejandro, hasta que el sueño se volvió una pesadilla con ella yendo a donar sangre para Nieve bajo la presión de Alejandro.
“¡No!”
Valentina despertó sobresaltada/viendo que ya amanecía.
Sin ganas de dormir más, se levantó, se arregló y salió al patio.
Alejandro ya se había ido, pero la comida en la mesa no había sido tocada.
Valentina limpió la mesa, sacó la basura y salió a comprar el desayuno.
Por la mañana, fue a visitar a la casa de Maximo para ver a Paco.
09:00
Capítulo 149
El ataque de bipolaridad de Paco fue causado porque una empleada rompió accidentalmente su juguete favorito. Maximo estaba considerando llevar a Paco con un psicólogo y quería que Valentina hablara con
él.
Valentina pasó un rato jugando con Paco antes de buscar a Maximo, “Sr. Quintana, he pensado en su propuesta y no recomiendo llevar a Paco directamente a terapia psicológica.”
“¿Por qué?” preguntó Maximo.
“Le pregunté, y el juguete roto era su favorito. No solo los niños, sino también los adultos, nos enojamos cuando algo que nos gusta es dañado.” Valentina continuó, mostrando su preocupación, “Aunque Paco tuvo un episodio, no reaccionó violentamente contra la empleada como lo hizo en el hospital con Nieve; solo le gritó, lo que muestra que, en el fondo, sabe que no debe hacerle daño, solo no pudo controlar su emociones en ese momento.”
“Estás ocupado trabajando todo el día, y Paco necesita compañía de calidad. Creo que si le das una buena guía, su condición puede mejorar poco a poco.”
Maximo, pensativo, dijo, “Pero sabes que tengo mi trabajo, no puedo estar con Paco las 24 horas del día.”
Valentina reflexionó y sugirió, “La empleada que cuida a Paco la trajiste de Lamares, ella lo cuida bien, pero dada su edad, solo puede atender sus necesidades básicas, no puede comunicarse eficazmente con él ni brindarle el apoyo emocional que necesita.
Te sugiero que contrates a dos niñeras especializadas en orientación psicológica infantil. Así pueden cuidar de Paco y también guiarlo efectivamente ante cualquier situación que se presente en su vida cotidiana.”