Chapter Capítulo 23
Capítulo 23
Hilario simplemente no creía que Eliana pudiera quedar embarazada.
En los pocos encuentros, él siempre llevaba condones, por lo que era imposible que ella quedara embarazada.
Al pensar en las palabras del médico, Hilario reprimió su irritación y le hizo una promesa a Eliana una vez más:
-Si puedes salvar a Deva, te daré cualquier cosa que quieras.
Sin embargo, no sabía lo cruel que era hacer una promesa así a Eliana. Ella sintió un dolor punzante en el pecho y cerró los ojos desesperadamente.
Incluso si tuvieran un hijo, eso no cambiaría su forma de pensar. Resultaba que, en su corazón, ni ella ni su hijo serían más importantes que Deva Dolores. Eliana apretó fuertemente los puños y dijo:
No quiero nada, por favor, sal de aquí. ¡No voy a donar médula ósea a Deva!
El rostro de Hilario se ensombreció por completo. Ordenó fríamente en voz alta:
¡Todos ustedes, entren!
Al escuchar su voz, la puerta del pabellón se abrió de un golpe. Cuatro personales del hospital se acercaron a Eliana con una expresión seria y una actitud amenazante.
-¿Qué pretenden hacer?
Eliana sintió que algo estaba mal y retrocedió dos pasos nerviosamente.
Esos personales no le respondieron, y dos de ellos sujetaron sus manos, mientras que otra sujetó sus piernas.
-¿Qué están haciendo! ¡Suéltenme! -gritó Eliana mientras agitaba sus manos y pateaba, luchando desesperadamente.
La otra persona ignoró sus palabras y le inyectó un sedante a la fuerza con una expresión fría
—
Ella no logró liberarse y con una mirada llena de furia y angustiada, miró a Hilario a un lado.
El hombre solo se quedó allí, con una expresión indiferente. Eliana gradualmente perdió fuerza y su mirada se llenó de desesperación.
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¡Simplemente no le importaba incluso su vida en comparación con el bien de Deva!
Hilario vio la desesperación en los ojos de Eliana y quedó momentáneamente desconcertado. Rápidamente, sus ojos recuperaron la frialdad como antes.
Después de inyectarle el sedante, soltaron a Eliana. Eliana estaba completamente sin fuerzas, intentó levantarse, pero no pudo moverse en absoluto, ni siquiera podía hablar. De esta manera, la acostaron en una camilla y la llevó del pabellón.
Su corazón se hundía cada vez más, como si estuviera cayendo en un pozo helado. Sintió que todo su calor y esperanza estaban desapareciendo lentamente.
Cuando la puerta de la habitación se cerró, Eliana miró furiosamente a Hilario. En su mirada, se percibía un profundo odio y rencor.
Pero, a pesar de todas sus luchas, fue llevada al quirófano.
esforzó n
En el quirófano, se girar la cabeza y vio otra cama a su lado, en la cual yacía Deva con su rostro pálido. Tenía vendajes en las muñecas, de los cuales se filtraba un rastro de sangre, lo que la hacía lucir aún más frágil.
¡Bang!
La pesada puerta del quirófano se cerró y causó un estruendo. Las luces de quirófano de alta potencia se encendieron, haciendo que Eliana entrecerrara los ojos instintivamente.
Un médico con mascarilla se acercó a ella, mientras las enfermeras desinfectaban los instrumentos que se utilizarían en la operación. En ese momento, Eliana ya no podía moverse, pero aún estaba consciente y podía escuchar lo que decían.
Sintiendo sus movimientos, la desesperación en los ojos de Eliana se hizo aún más intensa.
Cuando estaba a punto de cerrar los ojos para aceptar todo esto, de repente escuchó la voz de un médico que decía:
-Salgan de aquí primero.
-De acuerdo respondieron los personales y salieron uno tras otro.
Eliana no lo esperaba. ¿Podría haber algún cambio en todo esto?
interior. Se esforzó por mover un
Al pensar en eso, volvió a tener una leve expectativa en su poco los dedos y abrir los ojos. Como lo de espera, todas las enfermeras habían salido del quirófano y solo se quedó un médico.
¿La cirugía se detuvo? ¿Acaso Hilario descubrió que estaba embarazada y…?
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Antes de que pudiera completar su pensamiento, escuchó la voz fría del médico, que hizo anicos todas sus expectativas:
-Señorita, todo está bajo del control como el plan.
Dicho esto, asintió ligeramente a Deva, lo que hizo que Eliana se quedara completamente atónita.
¿Qué significaba las palabras del médico? ¿El plan? ¿Qué plan fue?
Eliana hizo un esfuerzo por levantar la mano y emitió un sonido, atrayendo la atención de
Deva.
-¿Eh? ¿Resulta que no te quedas dormida? -dijo Deva con una leve sonrisa irónica y continuó –. Mi hermana, jestoy tan conmovida de que estés dispuesta a donarme médula ósea!
Eliana abrió la boca para hablar, pero no pudo emitir ni el más minimo sonido. Miró
fijamente a Deva, sintiendo dolor en la palma de la mano porque sus uñas se habían hundido en sus palmas de manos.
-¿Estás satisfecha con mi plan, hermana? Adivinaste correctamente, en realidad no estoy enferma.
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