Amor en Bucle con el Señor Bécquer novela completa

Capítulo 275 

Temprano en la mañana, Ceci despertó a Flynn. Cuando abrió los ojos, había una niña con rizos castaños encima de él, gritando: “¡Papá, tengo que ir al baño!” Flynn se cubrió los ojos con el brazo. No quería levantarse, pero esta era su propia hija. Tuvo que sentarse, desabrochar el mono de dormir de la pequeña y preguntar: “¿Y tu mamá?” 

Los ojos de Ceci brillaban “Mamá está preparando el desayuno para Cecilia!” 

Preparando el desayuno… 

¿La familia Bécquer necesitaba que la dueña de casa preparara el desayuna? 

¿Ella era tan diligente? 

Flynn estaba un poco distraido, y por su falta de habilidad, sus movimientos eran lentos. Cuando regresó a la realidad, Ceci ya estaba llorando.. la parte de la ingle de su pijama estaba toda mojada 

Unas gotas de liquido tibio cayeron sobre él. 

¡Ceci se veia tan avergonzada! 

Su rostro pequeño y pálido, todo arrugado, lloraba de tristeza. 

Clara subió desde la planta baja, también sorprendida al ver a Cecilia con los pantalones mojados. Pero rápidamente la abrazó y la consoló. Ceci se calmó con el consuelo de su madre, dejando de llorar después de un par de retorcimientos. 

Clara le trajo ropa limpia. 

Ceci se quito la ropa rápidamente, revelando su pequeño cuerpo y su cabeza grande 

Muy adorable 

Flynn, sentado con las piernas cruzadas, comentó: “Ella podría habersela quitado sola. ¿Por qué tenia que hacerlo yo? Eso es lo que pasa cuando no se hace por si misma“. 

Clara se quedó en silencio un buen rato antes de responder “Hasta los tres años, eras tú quien la cuidaba. Hay muchas cosas que ella sabe hacer, pero hace varios dias que no te veía, y te extrañaba. Está intentando llamar tu atención… 

Pero Flynn lo habia olvidado… 

No solo había olvidado amarla, sino también como cuidar a Cecilia. 

Después de hablar, Clara fue al baño a preparar un baño para Cecilia. Cuando salió, recogió la ropa y limpió el piso. 

Flynn observó a Clara en silencio 

Ella era la imagen perfecta de una ama de casa, toda su persona era muy suave. Penso que si anhelaba el matrimonio, fácilmente podria aceptarla 

Pero no le gustaba la vida matrimonial. 

¡Se sentia atado! 

Flynn se limpio, se levantó y se cambió de ropa en el vestidor, luego bajo las escaleras después de ducharse y arreglarse 

Abajo, Guillermo echó una mirada disimulada a su hijo Mira, con su traje elegante y todo! Eso me enoja. Luego, miró a sus dos adorables bebes, tan suaves y tiernos. Ceci se puso un lindo vestido y estaba sentada en la mesa tratando de comer, y cuando vio a Flynn bajar, fue bastante comprensiva “Te perdono por lo que pasó hace un momento“, le dijo. 

Flynn 

Ceci movió su cabeza “Estoy dispuesta a darte una oportunidad para redimirte!” 

Flynn se sentó a su lado, tomó una taza de café y tomó un sorbo “¿Cómo puedo redimirme?” 

“¡Llevame a la guarderia!” 

“Papá y mamá tendrán que ir 

Flynn se volvió hacia Clara a su lado y bajo la voz “Tu le enseñaste esto?” 

Clara se enfado un poco. Fue directa: “Si, y tú no tienes que ir si no quieres“. Flynn sonrió y dijo de manera un tanto maliciosa mientras acariciaba su suave y tierno rostro. “Sra Bécquer, con una mente tan ingeniosa, ¿cómo podría no satisfacerte?” 

Después de decir eso, pasó sus dedos suavemente por sus mejillas Tan suave, tan tierna Penso que lo mejor de este matrimonio era que ella encajaba perfectamente en su sentido de la estética 

Guillermo, al ver el comportamiento frivolo de su hijo, estaba furioso “Habla con respeto, y no le pongas las manos encima! (Clara es tu esposa, no una de esas mujeres cualquiera de ahi afuera! Respetala!” 

Flynn solo sonrió. 

No discutió, y obedientemente llevó a Cecilia a la guardería, luego amablemente llevó a Clara de regreso a la mansión. Pero no entró! 

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Clara no era tonta 

Sabia que no podia esperar que Plynn volviera a la vida de familia en un abrir y cerrar de ojos. Recordaba que antes de su regreso, tenía una vida bastante salvaje no en términos de relaciones sexuales promiscuas, pero sí en cuanto a compromisos sociales. 

Después de bajarse del auto… 

Flynn aún estaba sentado dentro, con la ventanilla bajada, encendiendo un cigarrillo. 

Clara preguntó en voz baja “Vas a volver a casa esta noche?” 

Flynn apoyo su codo en la ventana del auto, fumando lentamente su cigarrillo, y al escuchar, sonrió levemente, “Si no regreso, ¿vas a contarle a mi padre y lograr que durmamos en la misma cama de nuevo?” 

Clara levantó ligeramente la cabeza, pensando que Flynn realmente era un granuja. Después de una pausa, miró fijamente a Flynn y, con determinación, le dijo: “Abogado Bécquer, no olvides volver a casa. Flynn la miró con ojos claros y una sonrisa algo irónica y dijo: ¿Es esto una especie de pase libre, Sra. Bécquer?” Clara no estaba dispuesta a ceder. Miro fijamente a Flynn por un momento, luego se dio la vuelta y entró en la casa que una vez compartieron. Sin embargo, mientras caminaba, las lágrimas comenzaron a caer. Habia experimentado el amor profundo de Flynn y ahora lo sentia como una espina en su corazon. 

Pasaron los dias y él no volvió a casa. 

Clara sabia que se estaba quedando en un apartamento. Cecilia seguia haciendo preguntas, y Clara la tranquilizaba, sintiéndose culpable por su hija Pero Clara sabia que no podia retener a Flynn utilizando a su hija. El Flynn de antes era como un caballo salvaje. Clara estaba frustrada en su interior, pero tenia que soportarlo. Estaba embarazada y no podia pelear con él ni confrontarlo. Las mujeres siempre salen perdiendo en una 

confrontación con los hombres. 

Una mañana, después de dejar a Cecilia, el chofer le pregunta suavemente, “¿Directora Castillo, vamos al hospital para su revisión prenatal?” 

Clara bajo la cabeza ligeramente y dijo: “Vamos a la oficina. El chofer asintió y condujo hasta las oficinas de Grupo Social America Cuando llegaron, la secretaria Montero se acercó y abrió la puerta del auto. Estaba un poco sorprendida. “Directora Castillo, no iba a tener una cita de control prenatal hoy?” Clara estaba vestida con un elegante traje blanco que mostraba claramente su embarazo. Clara sonrió suavemente y dijo “Antes tengo algunos asuntos que atender” 

La secretaria Montero, muy amable y atenta, sabia que Flynn había regresado y estaba contenta por Clara. Cuando llegaron a la oficina principal, la secretaria Montero hizo algunos comentarios casuales. Clara se sentó tras su escritorio, tomó su tiempo bebiendo la mitad de una jugo y, de repente, le pregunto a la secretaria Montero: “Oye, ¿hace cuantos años trabajaste con Flynn?” La secretaria Montero respondio con una sonrisa. 

“Calculando, alrededor de siete u ocho años“. 

Clara la miro fijamente y dijo suavemente: “Flynn ha olvidado muchas cosas, estoy preocupada. Y no tengo a nadie más que pueda usar. Secretaria Montero, quiero que vuelvas a estar cerca de él. La secretaria Montero evidentemente se sorprendió. No era tonta y entendió lo que Clara estaba insinuando. Clara estaba tratando de reclutarla como una especie de espia, y la secretaria Montero se sintió incómoda. Temia las consecuencias si la descubrían entregando a Sr. Bécquer, ya que tenía un trabajo seguro 

Clara abrió un cajon, sacó su talonario de cheques y escribió un cheque de 10 millones de dolares. También le entregó una llave, diciendo. “Un apartamento de 180 metros cuadrados en La Perla, además de un cheque de 10 millones de dólares. Creo que incluso si Flynn llegara a descubrirlo, eso debería ser suficiente para ti, y te aseguro que podrás volver a trabajar en Social América” 

La secretaria Montero quedo atónita ante la magnitud de la oferta. El apartamento de 180 metros cuadrados valia alrededor de 3 millones de dolares, ademas del cheque La Directora Castillo era generosa. Pero no solo se basó en el dinero, también apelo a los sentimientos de la secretaria: “Amo profundamente a Flynn, pero estoy embarazada y no tengo la energia para recuperarlo. Sin embargo, todavia me preocupa Secretaria Montero, puedes entender la situación de una esposa y madre?” 

La secretaria Montero dudo durante un rato Luego dijo: “Directora Castillo, no se preocupe, estoy de su lado“. Clara se levantó y puso suavemente la llave y el cheque en el bolsillo de la chaqueta de la secretaria Montero, sonriendo amablemente. “No interferire en asuntos menores, pero si llega a haber alguien con una identidad especial cerca de él, asegurate de decirmelo La secretaria Montero asintio instintivamente. Sintió que Clara estaba actuando de manera diferente, quizás influenciada por la conversación con el abogado Becquer (a. 

noche anterior 

Después de que la secretaria Montero se retiró, Clara llamó a Flynn por teléfono. 

Con su voz suave y cálida, Clara preguntó “Flynn, hoy es el dia de rhi control prenatal, ¿tienes tiempo para acompañarme?” Flynn se encontraba en su oficina y se sorprendió al recibir la llamada, ya que en los últimos dias no habia regresado a su casa y Clara no le había llamado Fue inesperado que ella lo llamara de manera tan decidida. 

En realidad, no le importaba acompañarla a su control prenatal, después de todo, era su hijo. 

Pero tenia una cita con un cliente por la mañana 

Flynn rechazó educadamente a Clara, lo que la hizo sentir que si insistia más, seria ella la que estaria siendo irracional 

Ella fue muy amable, dijo suavemente, “Está bien, entonces le pedire al Sr. Gerardo que me acompañe 

Del otro lado del teléfono, Flynn frunció el ceño. 

¿Sr. Gerardo? 

¿Gerardo Vales? 

Recordaba que solia trabajar para él, especialmente en asuntos financieros ¿Cómo habia llegado al punto de acompañarla a su control prenatal? 

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